10 años desde el nacimiento del Gran Colisionador de Hadrones

Desentrañar los misterios del Universo, ese es el objetivo del Gran Colisionador de Hadrones que hoy cumple 10 años de vida.

Se cumplen diez años desde que el CERN inaugurase el Gran Colisionador de Hadrones, el mayor acelerador de partículas del mundo instalado en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas, con el que los científicos intentan recrear las condiciones que existían en el nacimiento de nuestro universo.

Esta compleja estructura, que costó más de 7.000 millones de euros, está situada a una profundidad de 175 metros y su complejo de túneles discurre a lo largo de 27 kilómetros de circuito. Los científicos involucrados en el proyecto afirman que el laboratorio fue construido bajo tierra debido a que la corteza de la Tierra ofrece protección contra la radiación.

La primera vez que se intentó poner en funcionamiento fue el 10 de septiembre del 2008. Aunque las primeras colisiones a alta energía en principio estuvieron previstas para el 21 de octubre de 2008, el experimento fue retrasado a causa de una avería que produjo la fuga del helio líquido que enfríaba uno de los imanes superconductores.

¿Cómo funciona?

Dos haces de protones son acelerados en sentidos opuestos, dentro del colisionador, hasta alcanzar el 99,99% de la velocidad de la luz. Se les hace chocar entre sí produciendo altísimas cantidades de energía que permiten simular algunos eventos ocurridos inmediatamente después del Big Bang.

A lo largo de estos 10 años, el CERN se ha involucrado en la carrera por encontrar los fenómenos vinculados a la materia oscura (23%) y la energía oscura (73%). En esencia, lo que el experimento del CERN espera lograr es separar a través del acelerador de partículas la materia oscura invisible en el Universo, que ha sido descrita como el pegamento de unión, de la visible.

Algunas de esas preguntas ya han encontrado respuesta tras el descubrimiento del bosón de Higgs en 2012, durante el primer ciclo de funcionamiento de la máquina. Para ello, se logró descubrir la naturaleza líquida del plasma de quarks y gluones. El estudio de este nuevo estado de la materia nos revela un líquido perfecto en contraposición con todas las expectativas.

¿Qué no sabes del Gran Colisionador de Hadrones?

El vacío en su interior es similar al que encontramos en el espacio interplanetario. Sus imanes del LHC generan campos magnéticos 100.000 veces más potentes que la fuerza gravitacional de la Tierra.

Además, no solo se trata del mayor acelerador de partículas, si no también del «frigorífico» más grande del mundo. En el interior del LHC las temperaturas alcanzadas son astronómicas, y para su correcto funcionamiento, los imanes que lo conforman deben permanecer, en ocasiones, a temperaturas de -271,3 ºC, para lo que se emplean toneladas de nitrógeno líquido y helio.

Gran Colisionador de Hadrones de Alta Luminosidad

Podemos asegurar que al LHC le queda aún mucha vida por delante. Su renovada imagen, conocida como Gran Colisionador de Hadrones de Alta Luminosidad, estará lista en 2026 y será capaz de producir más colisiones por segundo que ahora. Durante los años venideros, los experimentos acumularán más datos que los que se logran registrar actualmente. Para tener una idea de lo que eso significa, basta decir que en 2017 se produjeron 3 millones de bosones de Higgs en las colisiones, después de las modificaciones, se producirán 15 millones.

La Directora General del CERN, Fabiola Gianotti, declaró en una entrevista para Jotdown que «el alcance del LHC irá más allá de su objetivo inicial, aportando nuevas oportunidades para lograr nuevos descubrimientos, medir las propiedades de partículas como el bosón de Higgs con mayor precisión y explorar la naturaleza».

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