La segunda causa de muerte a nivel global es el cáncer. Según la OMS, en 2015 esta enfermedad acabó con la vida de 8,8 millones de personas. En 2035 se estiman más de 14 millones.
El 4 de febrero se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer. Una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) que promueve la concienciación y la movilización de la sociedad en la búsqueda del control de esta enfermedad.
Con motivo de esta fecha, la Sociedad Española de Oncología Médica ha desvelado uno de los estudios con más participantes españoles hasta la fecha. Los resultados de esta investigación son determinantes. El 53% de personas diagnosticadas con cáncer se curan. En sólo diez años, la cifra ha crecido un 10%, del 43% al 53%, lo que se debe al aumento de la esperanza de vida, la popularización de tratamientos cada vez más personalizados y a la detección precoz de la enfermedad. Algo que sólo puede ocurrir en sistemas sanitarios privilegiados, lo que destina a países con menos recursos a encontrarse a la cabeza de la mortalidad como causa de esta dolencia.
De entre los 228.482 nuevos casos de tumor diagnosticados en España, el de colorrecto, próstata, pulmón y mama son los más extendidos. Pero a pesar de estas cifras positivas la incidencia del cáncer continúa aumentando año a año. Para lo que la SEOM advierte: el 40% de los casos se pueden prevenir. Los factores de riesgo siguen siendo fundamentales para evitar esta enfermedad. Tabaco, alcohol, contaminación, obesidad o sedentarismo son el mayor peligro al que se expone la sociedad. Mayor, incluso, que el factor genético. Sólo un 10% de los tumores son hereditarios.
La cura definitiva
El cáncer ya es la primera de las causas de mortalidad entre jóvenes y ancianos en España. Su cura es una de las búsquedas más importantes de la medicina de este siglo. Mientras que los tratamientos cada vez son más efectivos, todavía no se ha encontrado una cura absoluta.
Sin embargo, los avances son lentos, pero prometedores. Esta misma semana, la revista Science Translational Medicine ha revelado un estudio probado en ratas de laboratorio en el que una vacuna elimina por completo el cáncer. No sólo en la zona en la que se inyecta, sino también en el resto del cuerpo. Esta técnica llevada a cabo en humanos podría reducir los estragos que causan los efectos secundarios de algunas terapias de quimioterapia o radioterapia.
Con esta terapia, no haría falta activar el sistema inmunológico de todo el cuerpo. Dos agentes (una combinación del activador del sistema inmune llamado CpG y un estimulado de anticuerpos conocido como anti-OX40) se aplican sobre el tumor específicamente. Podría funcionar con diferentes tipos de cáncer y abaratar los costes de la terapia.
Por ahora, la detección temprana sigue siendo el mejor diágnostico. Sin embargo, los métodos de prevención no deben ser olvidados ni subestimados. Desde la SEOM, los expertos señalan la importancia de mantener una dieta equilibrada, que no demonice ciertos alimentos. Evitar el exceso de carnes procesadas, azúcar, sal u otros alimentos es sólo una recomendación que se une a la de practicar ejercicio, controlar las sustancias cancerígenas que pueden manejarse o producirse en el lugar de trabajo, amamantar a los bebés, controlar la terapia hormonal sustitutoria, vacunarse de la hepatitis B y del papiloma y, por supuesto, evitar el humo del tabaco, el consumo de alcohol o la exposición al sol.