Impressions of Connected Futures es un proyecto de investigación que tiene como objetivo imaginar las necesidades de las personas, la conectividad y las experiencias de un futuro cercano y lejano.
El futuro de la conectividad trazado por el estudio Impressions of Connected Futures elucubra el plausible futuro de las relaciones digitales. En un mundo cada vez más conectado, y que actualmente adopta tendencias analógicas más inspiradas en la nostalgia que en la usabilidad, evolucionamos hacia el progreso de interfaces biológicas, hacia el 5G y la unificación de wearables con diversas aplicaciones digitales.
El estudio abarcó cinco mercados: Alemania, España, Reino Unido, EE UU. y Corea del Sur. En ellos se realizaron entrevistas etnográficas y experimentos con 50 personas hiperconectadas con edades comprendidas entre los 16-24 años. En tres de ellos (Alemania, España, EE. UU.) se realizaron encuestas a 1.800 personas sobre actitudes y comportamientos digitales. En esencia, esta investigación reveló una profunda tensión entre beneficios y desventajas de la conectividad y experiencias online.
Por un lado, se creía que la vida era más libre y más fácil gracias a la conectividad que ofrece la tecnología; por otro, se percibía que la vida corría el riesgo de convertirse en una realidad vacua, llena de relaciones superficiales y en constante estado de huída. Pero, ¿cuáles son los elementos dependientes de la tecnología que interesan más al ser humano?
Libertad
Familiarizarse con ambos conceptos opuestos es esencial, dado que las dos posturas comparten un razonamiento lógico. Existen formas mentales, como la libertad, el crecimiento personal o el sentimiento de pertenencia, que están condicionadas por un nuevo enfoque constatado por avances de la tecnología y nuestra relación con ellos. Tomemos la libertad, por ejemplo, que se suele relacionar con el tiempo del que disponemos. Dentro de ese marco temporal nos sentimos encadenados a la rutina: tareas, decisiones, y actividades mentales repetitivas, difíciles e incluso molestas… De esta inconformidad nacen los asistentes virtuales, que intentan liberar nuestra mente de toda esa carga innecesaria.
Esta nueva generación de asistentes virtuales ha recaudado casi 100 millones de euros desde 2015, y está explorando el concepto de especialidad en lugar de generalidad a la hora de ofrecer sus servicios. Según un estudio de la consultora Edison Research para NPR, 39 millones de personas en Estados Unidos ya tienen un dispositivo Echo de Amazon o Home de Google.
Crecimiento personal
La información es cada vez más abundante, de alta calidad, y cada vez es más accesible. Esta seguirá satisfaciendo la necesidad del crecimiento personal de los usuarios. Las personas dedicarán más tiempo a aumentar sus habilidades profesionales, su experiencia basada en intereses, espiritualmente, o simplemente a complacer su curiosidad. La necesidad de libertad se ve subrayada por la forma de abstraerse de lo mundano. Según la investigación, el crecimiento personal recae en el aprendizaje bajo demanda. Los servicios de enseñanza online permiten participar y formarse a cualquiera. Herramientas como la realidad virtual han dado un salto considerable, de modo que no sólo tendremos la posibilidad de disfrutar de juegos y aventuras gráficas, sino también de sistemas de enseñanza a distancia mucho más completos.
Amplificación
De este modo, las capacidades físicas y mentales del ser humano, como la velocidad o la memoria, excederán las limitaciones del cuerpo y el cerebro a través de servicios sustitutivos. A Olivia, una de las participantes del estudio, se le encargó escribir sobre su vida en el futuro. Imaginaba que en 2026 los mapas sabrían dónde tienes que ir, sin pasar por el proceso mental de saberlo, se nos dirá cuándo bajarnos del tren; o cuándo movernos a la izquierda o a la derecha.
En el deporte, los datos también jugarán un papel fundamental para garantizar la extensión física del hombre. Vinculando datos de indumentaria, se utilizarán dispositivos portátiles para impulsar el entrenamiento, amplificando así el proceso de rendimiento físico. De cara al futuro, es probable que la biología sea la próxima frontera para la evolución. Ya sean nuestros genes (CRISPR), nuestra inteligencia, nuestras células, nuestro cerebro o incluso nuestras extremidades (Epibone), volver a calibrar nuestra biología es la próxima frontera en nuestra búsqueda para amplificarnos a nosotros mismos y nuestro rendimiento. Los wearables nos ofrecerán datos en tiempo real que ayuden al diagnóstico, de esta forma los tratamientos, probablemente, se volverán más personalizados.
Pertenencia
Otros elementos tratados en el informe son la expresividad y las emociones, que parecen prevalecer sobre cualquier necesidad. El público utiliza aplicaciones como Messenger, WhatsApp o Snapchat desde que se despierta, dado que la reafirmación de su pertenencia a «algo» les ayuda a orientarse y comenzar su día. Existe una fuerte convicción en erradicar la distancia sentida entre uno mismo y los demás, por ello, la tecnología demandada por la mayoría de encuestados ha sido el holograma. Todos coinciden en que, de este modo, podrían hablar con amigos, o sentarse en su sofá sin moverse de casa.
Las personas aspiran y adoptan tecnologías que los ayudarán a sentirse equilibrados y cómodos. Esto implica sintonizar su entorno con la naturaleza cambiante de lo interno y lo físico, para garantizar que se satisfagan sus gustos, se responda a las emociones o se mitiguen, y se complazcan las necesidades incluso antes de que estas surjan.
La aparición de objetos que pueden escuchar, en lugar de rastrear, analizar estados físicos y mentales para satisfacer la necesidad de equilibrio parece que será la tendencia del futuro. Productos como Thync están diseñados para regular los estados naturales al influir directamente en el sistema que segrega adrenalina en el cerebro, calmando al usuario cuando la energía está en exceso, o viceversa.
Todos los objetos, wearables y dispositivos trabajarán al unísono, en lugar de manera aislada, manipulando nuestros entornos y experiencias para alcanzar un equilibrio. Todo esto, y mucho más, promete brindarnos un acelerado futuro de la conectividad. La comercialización de los nuevos combustibles capitaneados por Elon Musk, la carrera espacial, la criptomonedas, así como la llegada del 5G y el IoT fuerzan la llegada imparable de un futuro de cambios que está forzando el rediseño del despliegue de redes.
Para los grandes operadores que poseen redes fijas y móviles, la convergencia en una única red permitirá maximizar el uso de sus recursos. Esta convergencia de red es una tendencia creciente, derivada de las exigencias de conectividad y transmisión de datos, del desarrollo de aplicaciones como la conducción autónoma y otros sectores que tendrán un exponencial crecimiento gracias a la reducción de latencia.
Imagen: Disney, Lucasfilms.