El país asiático se revela como un pionero en el reparto de paquetes con drones, al conceder su primera licencia para este tipo de tarea.
El reparto de paquetes con drones ha dejado de ser una tendencia futurista para convertirse en una realidad. Es cierto que aún la mayoría de los proyectos que se realizan son pruebas de campo, pero cada vez tienen más visos reales. En este sentido, China ha tomado el liderazgo.
Las autoridades de aviación civil chinas han concedido la primera licencia para que una empresa utilice drones para hacer entregas de paquetes. La adjudicataria ha sido la compañía de logística SF Express, la segunda de mensajería más grande del país. El propósito es emplear drones en la provincia de Jiangxi, al norte de Cantón, como primera fase. Después la compañía tiene potestad para extender su uso por todo el territorio nacional.
Con una licencia concedida para toda China, SF Express tiene múltiples opciones para introducir paulatinamente los drones en su servicio. Se trata de automatizar las entregas hasta cierto punto. Esto impactará en la forma en que llegan los paquetes y también en cómo se gestiona el negocio.
La compañía china lleva tiempo probando a hacer entregas con drones, desde junio de 2017. Pero será la primera vez que las pueda hacer de forma escalada. Probablemente, el reparto de paquetes con drones ofrecerá ventajas a las empresas de logística chinas. Y es que, el territorio en este país es extenso y las ciudades tienen tráfico intenso. Ambas dificultades pueden paliarse mediante el uso combinado de drones y vehículos convencionales de reparto.
De esta forma, China se posiciona como uno de los países pioneros en este ámbito. En muchos lugares se hacen actualmente pruebas minoritarias empleando aeronaves no tripuladas para el reparto, pero prácticamente ninguno ha legalizado formalmente estas entregas.
La regulación es el principal obstáculo para que los drones entreguen paquetes. En la mayoría de países la legislación que afecta a las aeronaves no tripuladas es la que marca los límites de la aviación civil clásica. De esta forma, es difícil encontrar resquicios para la logística ejercida con estos dispositivos, pues los requisitos de seguridad aérea ponen coto a muchas prácticas necesarias.
Con la concesión de esta licencia, el regulador chino agiliza el proceso de implantación del transporte con drones. Sin duda, el movimiento abre las puertas para que otras empresas adquieran su propia licencia. Y, evidentemente, el país poco a poco conformará un sector en torno a esta actividad, que tendrá la ventaja de haber nacido antes que en otros lugares.