Es la primera demostración de un método industrial, escalable, para producir grafeno de alta calidad.
Desde que se descubrió el grafeno, una de las prioridades de los investigadores ha sido encontrar un método para fabricarlo a nivel masivo. Poco a poco se han ido explorando sus aplicaciones, a partir de sus prometedoras propiedades, pero la producción siempre ha sido una cuestión complicada.
Ahora, un equipo de ingenieros del MIT ha publicado un trabajo donde se describe un método de fabricación escalable. Estos científicos han demostrado esta forma de producir grafeno y podría ser el primer paso para sacar partido al material. Se trata de un proceso que crea largas tiras de grafeno de alta calidad.
La forma en que se produce el material es la indicada para que después sirva como filtro. Los ingenieros apuntan que se podrá emplear como membrana para no dejar pasar algunas moléculas. Sales, iones grandes, proteínas o nanopartículas son compuestos que el grafeno podrá retener.
Las aplicaciones del material, con esta morfología, van desde su utilidad para la destilación a la separación de compuestos biológicos. Producir grafeno en forma de membranas ultrafinas es algo que no se había hecho hasta ahora, según estos investigadores. Es la primera vez, por tanto, que se ajusta el proceso de fabricación para este tipo de aplicaciones. Cuando en realidad las utilidades más conocidas del prodigioso material están más relacionadas con su conductividad, su ligereza y su resistencia.
No es la primera vez que una investigación promete producir grafeno de forma eficaz. En los últimos años ha habido varios trabajos que han descrito métodos para fabricar el material de forma barata o masiva. Son dos problemas que pese a todo aún hay que resolver. El material es demasiado caro como para usarlo de forma comercial y tampoco se puede obtener en cantidades industriales.
Solo cuando se pueda producir grafeno de forma escalable se podrán obtener los beneficios prometidos. El más evidente de ellos es su empleo en la industria electrónica, pero este tiene sus propias ramas diferentes. Podría servir para crear chips mucho más rápidos que los actuales. Así, los dispositivos se podrían miniaturizar aún más o ganar en potencia de procesamiento.
Otra de las oportunidades que se le atribuyen al grafeno es la posibilidad de revolucionar las baterías. En un trabajo de la Universidad de Rice se consiguieron crear micro-supercondensadores. Estos se cargan 50 veces más rápido que una batería de ion-litio y tienen un tamaño mucho menor.
Imágenes: seagul, Engineering at Cambridge