El gigante asiático produjo 595.000 coches eléctricos en 2017, una cifra que no iguala la suma combinada que el resto de países ponen encima de la mesa.
Las cifras impresionan por su magnitud. China es, con diferencia, el país que más coches eléctricos fabrica en todo el mundo. Pero no se acaban aquí los récords. La producción del gigante asiático supera a la combinada del resto de países.
En 2017 salieron de las fábricas chinas 595.000 coches eléctricos, según datos del International Council on Clean Transportation (ICCT). Esto supuso algo más de la mitad de la producción mundial, que se estima en 1,1 millón de unidades.
El resto de países apenas alcanzan cifras relevantes en comparación con el gigante chino. Estados Unidos, con 200.000 coches eléctricos fabricados, y Alemania, con 146.000 unidades, son los únicos que alcanzan las seis cifras. El resto está por debajo. La lista la continúa Japón, con 98.000 automóviles eléctricos producidos, y Francia, con 45.000.
En China y Estados Unidos el número de coches eléctricos fabricados prácticamente se corresponde con los vendidos ese mismo año. Sin embargo, en otros países no ocurre igual. **Alemania ha producido casi el triple de los que ha vendido*, y Japón, casi el doble. Reino Unido, por ejemplo, ha vendido 45.000 unidades, en gran parte, excedente acumulado, pues solo ha fabricado 17.000 coches.
En Noruega, tal vez el país más avanzado en materia de coches eléctricos, los datos de ICCT indican que no se ha producido ni un solo coche en 2017. Pero se ha vendido un excedente de 62.000 automóviles.
La China Association of Automobile Manufacturers tiene registradas 777.000 ventas de vehículos eléctricos en 2017. En esta cifra estarían incluidos los autobuses y otro tipo de vehículos. Numéricamente no son algo banal, pues China ha impulsado la movilidad eléctrica como parte del transporte público.
Pujanza china en el sector de los vehículos eléctricos
La capacidad de producción de China se suma a su fuerte interés por aliviar la contaminación de las ciudades. Esto ha hecho que la movilidad eléctrica se dispare en el país. Hace dos años ya se advertía cómo se preparaba la industria. Un ejemplo de ello era el fabricante LeEco, dedicado a la electrónica, pero cuyo potencial fabril se orientó a los coches. La compañía afirmaba que sería capaz de producir 400.000 coches eléctricos al año.
Es solo un reflejo de los enormes recursos que China puede poner en juego en este terreno. Otro de los ámbitos que sirven para hacerse un boceto del panorama en el gigante asiático es el transporte público. Los nuevos autobuses tienden a ser eléctricos en China. La ciudad de Shenzhen ha sido un ejemplo del advenimiento de estos vehículos. En total, en 2016 ya había más de 300.000 autobuses de este tipo en el país, una cifra enorme en comparación con las exhibidas por otros países.
Imágenes: Remko Tanis, petermolnarnet
