Este verano, tuvo lugar el evento Ludum Dare, una competición retaba a los desarrolladores más aguerridos a crear un videojuego en tan solo tres días. Un equipo de tres personas desarrolló Super Clew Land. Cuando Ludum Dare se acabó, estos tres autores se dieron cuenta de que habían encontrado un método para desarrollar sus juegos muy interesante.
Creando en tiempo récord
Limitarse el tiempo puede ser una forma de conseguir resultados diferentes a los que se obtienen con una planificación a un plazo mayor. Los creadores de Super Clew Land quieren seguir exprimiendo esta idea y han lanzado una campaña de crowdfunding con el nombre de Retro Game Crunch para desarrollar videojuegos en tiempo récord con la ayuda económica de los futuros jugadores.
Cada mes, durante seis meses, el equipo pasará tres días construyendo un prototipo de juego en base a un tema propuesto por aquellos que respaldan el proyecto, quienes, además, tendrán la oportunidad de jugar con esas versiones y dar feedback a los creadores. Teniendo en cuenta ese feedback, los desarrolladores pasarán el resto del mes terminando el juego. Cualquiera que haya colaborado con al menos 15 dólares podrá disfrutar del resultado final cuando esté listo.
Las Game Jams
El inicio de todo esto tiene lugar en un Game Jam, un encuentro entre creadores de videojuegos que forman equipos pequeños y trabajan para desarrollar videojuegos completos en un plazo de tiempo corto. El objetivo es divertirse haciendo algo que les apasiona y, al mismo tiempo, crear juegos que resulten originales e innovadores. Las limitaciones a las que se enfrentan, siendo la de tiempo la más relevante, empujan a una forma de crear diferente a la que se suele emplear.
Pero ¿cómo influye esa restricción de tiempo? En el mundo del videojuego, es famoso el caso de Duke Nukem Forever. La saga ha gozado de una popularidad extensa desde su primera aparición, en el año 1991 y Duke Nukem Forever es la continuación de la franquicia, un título que ha tardado en aparecer la friolera de 15 años. Las comparaciones son odiosas pero nos hacen plantearnos si las limitaciones y trabajar bajo cierta presión pueden ser beneficiosas para obtener un resultado final.
Los juegos del Retro Game Crunch que se desarrollarán durante medio año son, como su propio nombre indica, herederos de los viejos títulos que no gozaban de todos los avances que tienen los juegos de hoy en día pero que, sin embargo, han mantenido una buena popularidad gracias a su estética y sus mecánicas de juego.
Mientras que muchos de los proyectos de crowdfunding suelen dar a conocer los productos una vez están terminados y todos aquellos que respaldan la iniciativa monetariamente tienen que esperar bastante tiempo hasta que esto ocurra, Retro Game Crunch incluye a los compradores en las etapas más tempranas del desarrollo de los juegos, dándoles la oportunidad de formar parte del proceso creativo. ¿Podrán unirse a iniciativas como Ludium Lab para que los disfrutemos en todas las plataformas posibles? Lo veremos a lo largo de estos seis meses.
Imágenes | Kickstarter
