Aunque Samsung probablemente sea la compañía pionera en lanzar dispositivos enrrollables al mercado, MagicScroll es el primer prototipo que hemos visto funcionar correctamente.
Llevamos años hablando del futuro de los dispositivos, y en la actualidad la especulación pasa por las pantallas flexibles. Samsung lleva tanto tiempo siendo el centro de la atención mediática en cuanto a las pantallas que se doblan y se enrollan, que siempre se pensó que serían los primeros en dar paso a esta tendencia, porque además de ser uno de los grandes productores de paneles del mundo, el presidente de la división ha dicho que durante este año o al comienzo de 2019, llegará el primer dispositivo plegable.
Sin embargo, aunque sea en forma de prototipo, con MagicScroll, un grupo de investigadores de la Universidad de Queens en Ontario se ha adelantado a la compañía surcoreana. Se trata de una tablet con un panel táctil OLED de 7,5 pulgadas que se enrolla y se maneja con sticks redondos situados a los laterales de la pantalla que, accionados, mueven el contenido mostrado habilitan a hacer scroll hacia arriba y abajo.
El estado que se muestra, sin entrar en más detalles, es muy primitivo. De ninguna manera un dispositivo así tendría sentido en el día a día actual, no porque la idea no sea buena, sino porque se pierde mucha comodidad respeto a una tablet actual. En primer lugar, se nota demasiado que son dos pantallas unidas por la mitad, seguramente porque no hayan logrado fabricar un panel OLED flexible más grande (aunque LG ya ha demostrado con televisores que puede hacerse).
Al ser flexible, MagicScroll tampoco mantiene de momento su pantalla rígida cuando está estirada o abierta, lo que hace inviable su uso al aire, como se lleva haciendo toda la vida con portátiles, tablets y smartphones. Además, todo el contenido se mostrará siempre demasiado curvado como para que la lectura o reproducción de vídeo sea cómoda.
No hay que olvidar que MagicScroll es un prototipo, pero en pleno 2018, ningún dispositivo comercial debería llegar al mercado en una forma remotamente similar a esa. Los smartphones, tablets, y smartwatches actuales demuestran que el momento que pasamos requiere de dispositivos maduros. Y no hay ninguna prisa porque llegue el futuro, si es de mala manera.