El pasado lunes, la revista Ethic organizó un debate sobre el futuro que nos espera. En él, se hablaron de los desafíos a los que nos enfrentaremos próximamente en el ámbito tecnológico.
El transhumanismo es la corriente de pensamiento que establece como último objetivo la transformación de la condición humana a través del uso y del desarrollo de la tecnología.
Esta idea, que a priori se podría considerar incluso distópica, pertenece a un movimiento cultural e intelectual internacional que aboga por una tecnología ética basada en la sociedad de valores.
Podríamos decir que la idea principal del debate fue este abierto transhumanismo al que se le fueron sumando diferentes visiones y perspectivas sobre lo que nos está deparando el crecimiento exponencial de todo lo relacionado con la tecnología.
Una manera de entender el conocimiento
Una de las reflexiones que se hicieron fue la del conocimiento. El filósofo José Antonio Marina acercó a la mesa el concepto que conocemos como singularidad tecnológica.
A través de este pensamiento, estableció el planteamiento de que el conocimiento residirá en los ordenadores, de ahí la importancia de la educación. La cual se tendrá que transformar para poder habilitar herramientas a las personas para que, gracias a ellas, podamos acceder y entender todo el conocimiento que estará almacenado en la red.
Es decir, el conocimiento pasará, en cierta medida, del ámbito humano al tecnológico, y lo que deberemos hacer nosotros es adaptarnos y conseguir las habilidades capaces de proporcionarnos dicho conocimiento.
Un pacto social entre lo público y lo privado
Otra de las ideas importantes que se debatieron fue la propuesta de creación de un pacto social respecto a la tecnología. Dicha afirmación fue establecida por el escritor y periodista Andrés Ortega.
Este tema lo apostilló Elena Valderrábano, Directora Global de Ética y Negocio Responsable de Telefónica. Su enfoque también se refería a un pacto social sobre la tecnología, sobre todo porque, a su juicio, «las soluciones a los problemas derivados de la tecnología están en las empresas, no solo en las instituciones».
Esta afirmación puede entenderse bajo la perspectiva de la transnacionalidad de las empresas. Donde en un mundo hiperconectado como el nuestro son todas aquellas corporaciones no vinculadas a ningún estado las que pueden dictar normas globales.
La turbosociedad y la política de lo inmediato
El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid, Pablo Simón, estableció una nueva concepción de política que se viene dando desde la entrada en funcionamiento de las redes sociales.
La turbosociedad es una idea basada en la inmediatez de los tiempos políticos, causada a su vez por la velocidad de una sociedad interconectada donde su punto de encuentro virtual son las redes sociales. Lo que provoca, la mayoría de ocasiones, una falta del rigor deseado desde un punto de vista democrático.
Todas estas ideas y propuestas saldrán a la luz en el próximo número de la revista cultural Ethic. Por lo tanto, dicho artículo es una mera introducción a todo el debate íntegro que podrá leerse próximamente.
