El crecimiento exponencial del sector tecnológico ha alcanzado muchos ámbitos laborales, dejando tras de sí un amplio abanico de nuevas profesiones ligadas a la tecnología. Nuevos trabajos que también requieren de habilidades o soft skills, imprescindibles para determinar el éxito en el entorno laboral.
Las habilidades laborales han cambiado en los últimos tiempos. La enseñanza más teórica ha ido haciendo hueco a otro tipo de conocimientos más prácticos que permiten avanzar y facilitar las habilidades de las personas con su entorno. Y en este escenario, el nacimiento de nuevos empleos, más cercanos al ámbito de la tecnología, ha traído consigo el desarrollo de nuevas capacidades intrínsecas a las personas, pero, sien embargo poco impulsadas en los espacios formativos previos.
Los colegios, institutos, centros de estudios y universidades saben ya de la importancia de la tecnología en la vida de todos. Es por ello que sus clases se enfocan, cada vez más, en el perfeccionamiento de las competencias tecnológicas actuales.
La transformación digital es una realidad donde la preparación se convierte en una cuestión esencial. Y en este contexto, conocer y poner en prácticas las llamadas habilidades personales o soft skills es fundamental.
Los profesionales de la tecnología, los más demandados
El crecimiento exponencial del sector tecnológico ha alcanzado muchos ámbitos laborales, dejando tras de sí un amplio abanico de nuevas profesiones ligadas a la tecnología. Nuevos trabajos cuya demanda no cesa en su crecimiento y que se están convirtiendo en la mejor apuesta de futuro.
Prueba de ello es que dichos perfiles son los que mejores perspectivas de empleo representan. En el caso de España, y tal y como refleja el reciente informe “Los + Buscados de Spring Professional 2018”, elaborado por Adecco para orientar a personas sin empleo; el perfil de Big Data se ha convertido en el más demandado. Junto a éste, el mismo estudio destaca otra serie de empleos dentro del sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como el de analista de datos o el de operador de equipos de telecomunicaciones vía satélite.
Toda una serie de nuevas demandas que requieren de una formación académica previa, pero que no será lo único que las empresas valoren. Como decíamos, la importancia de las denominadas “soft skills” es fundamental. Y va en aumento.
Actitud y aptitud
En estos momentos, según diferentes estudios, las “soft skills” más demandadas son:
1.Networking: la capacidad para entablar y construir una red de contactos profesional es vital en el momento actual. Tejer esta red de manera correcta supone un gran valor que puede reportar interesantes oportunidades laborales a corto y medio plazo.
2.Comunicación: saber decir y transmitir exactamente lo que se quiere decir es muy importante en un mundo donde el exceso de información enturbia el conocimiento. Comunicar de manera correcta no es una tarea tan sencilla como puede parecer a priori, y requiere de una formación comunicativa previa para la obtención de los beneficios esperados.
3.Flexibilidad y adaptación: no todas las situaciones a las que un trabajador se enfrenta son iguales. La persona más capaz a la hora de modificar y ajustar sus tiempos y modos de proceder en un trabajo será también la más competente para desenvolverse mejor y alcanzar un mayor éxito.
4.Resistencia al estrés: respira hondo, muy hondo y date un par de segundos. La presión no es buena y es mejor dejarla a un lado a la hora de trabajar. Saber resistir a las situaciones de estrés ayuda y facilita el trabajo en momentos más adversos.
5.Resiliencia: o capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas.
6.Formación continua: en la era digital, donde la información no para de evolucionar y modificarse, no queda otra que renovarse o morir. Las enseñanzas y nuevos datos nacen a diario, y más vale estar preparado y conocerlos si uno no quiere quedarse fuera en lo que a últimos conocimientos y habilidades laborales respecta.
7.Trabajo en equipo: aprender unos de otros y compartir los conocimientos ayuda al crecimiento propio y ajeno, nutriendo así al conjunto del grupo de cara al futuro.
8.Independencia: saber trabajar en equipo es fundamental, pero también hay que saber diferenciar qué competencias son de cada uno. Saber qué está en manos de uno y la potestad que tiene su trabajo, hasta qué grado son responsabilidad suya ciertas decisiones, y hasta dónde es independiente para llevarlas a cabo es fundamental en un empleo.
9.Liderazgo: existen ciertas ocasiones en las que hay que tomar el mando. Pero saber cómo hacerlo de manera adecuada resulta clave. Ser un buen líder es una cualidad que no todo el mundo tiene, y por ello hay que trabajar en su desarrollo.
10.Capacidad de programar: y es que, cualquier profesión va a tener un componente digital muy importante, por lo que los conocimientos de programación siempre serán bienvenidos.
Al final, toda una serie de habilidades que van a determinar en gran medida el éxito en el mundo laboral. Aptitud y actitud. Sin duda un binomio ganador.
En suma, una apuesta sobre el presente y el futuro en la que Talentum, la plataforma de impulso al talento joven de Telefónica, trabaja a través de sus diferentes becas. De hecho, formar a los talentos del futuro en la importancia y el desarrollo de las «soft skills» es una de las mayores prioridades de los Labs de Talentum de Telefónica, diseñados precisamente para ello.
