Las instituciones niponas han desarrollado un plan de reciclaje de material electrónico con el cual fabricar después los entorchados de bronce, plata y oro de cara al verano del año que viene.
Las Olimpiadas son un encuentro mundial de ámbito deportivo o, al menos, eso es lo que se vende en la mayoría de los medios de comunicación.
Pero quedarse solo con el concepto deportivo podría llevarnos a muchas equivocaciones, además de perdernos un mundo más grande instalado en las conocidas villas olímpicas.
Las Olimpiadas constituyen una cuestión internacional y un asunto que va desde lo deportivo hasta lo político, pasando por lo cultural. Es un encuentro global donde todas las culturas representadas por los distintos países se concentran en una misma ciudad durante un breve periodo de tiempo cada cuatro años.
Las Olimpiadas de Tokyo, un ejemplo de concordia con el medio ambiente
Es en este sentido en el que se espera que Tokyo 2020 sea una especie de fiesta mundial cultural. La ciudad nipona aspira a organizar los mejores Juegos Olímpicos de la historia, y será la segunda vez que sea sede después serlo en 1964.
Con la fecha de 2020 tan cerca, todo el país está empezando a ultimar todos los detalles de cara al acontecimiento. Sobre todo, porque todo el mundo pondrá los ojos en su ciudad durante un mes. Como hemos dicho antes, las Olimpiadas ofrecen un escaparate internacional de mezcla cultural y deportiva, por lo tanto, el país y la ciudad organizadora deben estar a la altura de un evento de tan magnas dimensiones.
Por ahora, el mensaje que Tokyo ha dado al mundo es el de la construcción de unas Olimpiadas basadas en la concordia con las diferentes culturas que acudirán, y además, por primera vez en la historia, el de unos Juegos Olímpicos responsables con el medio ambiente.
Para ello, las medallas de bronce, plata y oro estarán hechas de material electrónico reciclado. Esta iniciativa ha sido impulsada a través de las instituciones estableciendo sitios concretos de recogida de elementos electrónicos en desuso, como móviles usados, viejos ordenadores, etc.
Lo que supone un mensaje ecológico al mundo con la capacidad necesaria de concienciar a la población, tanto local como global, apoyándose en la idea que hemos citado antes, de que las Olimpiadas suponen un encuentro mundial tanto deportivo, como cultural. A lo que habría que añadir en Tokyo 2020 el adjetivo de ecológico.