“Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”, quizá esta sea una de las frases que más se han reiterado sobre alimentación. ¿Qué ocurriría si descubrieras que es un consejo que no debes seguir? Todas las comidas tienen la misma importancia, sí, incluida la cena. Si estás a punto de colapsar y te estás preguntando qué será lo siguiente, sigue leyendo...
Los carbohidratos engordan
Cuando el propósito es adelgazar, algunos se apuntan al clásico: “Si elimino el pan y los hidratos de mi dieta, adelgazaré seguro”, pero esto no es del todo cierto. Los carbohidratos se transforman, mayoritariamente, en glucosa, que resulta ser el mejor combustible para los músculos y el cerebro. Es decir, sin ellos, no funcionamos. La clave siempre es la cantidad de las raciones, porque son las calorías las que hacen que una persona adelgace o no. En una dieta normal, la cantidad recomendada de carbohidratos es de 180 gramos diarios.
Los productos light adelgazan
En muchas ocasiones se cree que los alimentos light se pueden consumir sin preocupación, “porque no engordan”. Simplemente, tienen menos calorías, pero eso no significa que adelgacen.
Cenar mucho es lo que estropea tu dieta
Está demostrado que la hora a la que se consumen los alimentos no es relevante, porque lo fundamental es el reparto de calorías durante el día. Cuantas más calorías se ingieren mayor será el gasto calórico necesario para no ganar peso.
Bébete el zumo rápido, que se le van las vitaminas
Varios estudios han demostrado que para que la vitamina C desaparezca de un zumo de naranja sería necesario exponerlo a una temperatura superior a 120ºC.
El chocolate es el culpable del acné
Efectivamente, el estilo de vida está relacionado con el acné. Pero sería injusto culpar únicamente al chocolate. Los últimos estudios realizados respecto a este tema confirman que el consumo de ultra procesados y el estrés son los principales motivos.
Una copa del vino al día es saludable
Lamentablemente, es un mito. Ingerir cualquier tipo de alcohol, ya sea vino, cerveza o un gintonic, es perjudicial para la salud, puesto que el consumo de estas bebidas asocia con un mayor riesgo de sufrir enfermedades graves, como cáncer.
El azúcar moreno es mejor
La diferencia entre el azúcar moreno y el blanco es ínfima, por lo que no se puede garantizar que sea más saludable. Lo que más difiere entre las dos es su precio, ya que la primera se vende más cara por ser “más sana”.
Un vasito de agua con limón en ayunas es un quemagrasas infalible
Lo que resulta eficaz para la perdida de grasa es sustituir otras bebidas más calóricas, como el zumo de naranja o el café con leche, por un zumo de agua con limón, que cuenta únicamente con unas 6 calorías. Sin embargo, obtendríamos el mismo resultado bebiendo solo agua, sin necesidad de incluir limón.
La dieta vegetariana es incompleta
Esta creencia no es cierta. Aunque si se quiere seguir una dieta vegetariana hay que prestar más atención a la proteína y a algunas vitaminas como el calcio o la B12. Todo ello se puede compensar aumentando la ingesta de legumbres, frutos secos y productos integrales.
Hay que esperar dos horas después de comer antes de bañarse
Se acabó el mayor enemigo del verano, el mito de la digestión eterna. Lo que se ha de tener en cuenta después de comer, es cómo de caliente está nuestro cuerpo y cómo de fría está el agua. Hay que intentar evitar la combinación entre temperatura del cuerpo elevada, agua muy fría y entrada al agua muy rápida, puesto que si se dan estos tres factores es posible sufrir una bajada brusca de la tensión arterial, lo que puede provocar mareos, malestar general e, incluso, pérdida del conocimiento.