Internet de las cosas se refiere a los billones de dispositivos electrónicos que están conectados a Internet, recogiendo y compartiendo datos. Cada vez más grande, el IoT conecta actualmente más cosas que personas en el mundo. Sin embargo, ¿somos realmente conscientes del trabajo que conlleva mantener estas redes seguras para los usuarios? Hablamos con Carmen Torrano, Product Manager en Seguridad IoT (ElevenPaths e IoT) de Telefónica.
Carmen Torrano forma parte de la iniciativa Seguridad IoT de Telefónica. La trayectoria de Carmen cuenta con un doctorado en Informática por la Universidad Carlos III de Madrid. Desarrolló este doctorado, especializado en seguridad informática e Inteligencia artificial, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Actualmente trabaja en Telefónica, en la unidad de seguridad IoT de Telefónica, la cual aúna las fortalezas del vertical de IoT con las de ElevenPaths, la unidad de ciberseguridad de Telefónica. Tras haber desarrollado trabajos en diferentes ámbitos de la ciberseguridad y el Machine Learning, en estos momentos su trabajo se focaliza en la seguridad del ecosistema IoT, lo que combina con labores docentes en universidades españolas.
Carmen está orgullosa de que su trabajo “haga más seguro este mundo hiperconectado en el que nos estamos embarcando”.
¿Qué significa ser un hacker y qué hay que hacer para llegar a serlo?
“Un hacker es una persona apasionada por la tecnología, que quiere llevar la tecnología al extremo y alcanzar sus límites, que conozca sus tripas”. El pensamiento “out of the box” o pensamiento lateral es algo que Carmen cree vital para aquellos que quieran dedicarse a este sector tan particular de la tecnología. “El pensamiento lateral facilita encontrar un shortcut que permita resolver un problema de manera diferente, inesperada y con cierta creatividad”.
Para convertirse en hacker “no hay un camino único o recto que sirva de guía. Hay múltiples caminos y todos tienen una cualidad común: la creatividad, que te ayude a encontrar caminos alternativos, y la pasión por la tecnología y por saber”. En opinión de Carmen, “ese gusanillo de querer saber más es imprescindible”.
¿En qué consiste tu trabajo? ¿Cuál es tu día a día?
Actualmente, Carmen forma parte de una iniciativa de Telefónica que se ha creado hace relativamente poco: Seguridad IoT. Carmen explica que “la iniciativa mezcla lo mejor de dos mundos: ElevenPaths, la unidad de ciberseguridad; y el vertical de IoT, muy potente dentro de Telefónica”.
“Mi día a día se basa en diseñar e implementar soluciones que permitan dar protección al ecosistema IoT”. Para crear este entorno seguro, Carmen y su equipo diseñan “soluciones que permitan autenticar los dispositivos, además de servicios que ayudan a asegurar que los dispositivos se comportan correctamente, es decir, que no tienen ningún tipo de infección o comportamiento anómalo. Y que no realicen peticiones a servidores maliciosos”.
“Dentro del equipo estoy liderando una solución que consiste en hacer un perfilado del comportamiento de los dispositivos a nivel de red y así poder detectar cualquier amenaza o anomalía que se desvía de este comportamiento normal. Esto que nos permite detectar si un dispositivo se ha infectado”.
Un ejemplo de cómo influye el trabajo de Carmen en nuestra vida es la securización del coche conectado. “Es un entorno que requiere las máximas garantías de seguridad. Las soluciones se están aplicando tanto fuera como dentro del coche, para asegurarnos que no se envía ningún tipo de comando al vehículo para poder manipularlo de forma remota y que el coche se utilice indebidamente”, concreta Carmen.
¿Qué es lo mejor de tu trabajo?
Lo mejor de trabajar en la unidad de ciberseguridad de ElevenPaths para Carmen es poder colaborar en la cibersecurización de la sociedad. “Desde Seguridad IoT se securizan los dispositivos conectados al IoT que van a estar tanto en el ámbito personal como en el profesional. El IoT abarca diferentes tipos de dispositivos como marcapasos, dispositivos médicos, smartwatchs, electrodomésticos, nuestro coche…”
“Estamos haciendo más seguro este mundo hiperconectado en el que nos estamos embarcando”, afirma muy satisfecha.
¿Y lo peor?
Carmen asegura que lo peor de ser hacker es “ver casos de personas que se intentan aprovechar de la tecnología, que intentan utilizarla para fines maléficos. En esta disciplina se pueden encontrar situaciones en las que unas personas intentan abusar de otras, hay casos de extorsión, sexting, ramsomware…”. En resumen, Carmen siente que lo peor de su trabajo es “cuando las personas se intentan lucrar utilizando de una mala manera la tecnología”.
IA, IoT, machine learning… ¿Cómo se relaciona todo esto con la ciberseguridad?
“Todas las tecnologías que están surgiendo ahora, IA, IoT, machine learning… no pueden verse como elementos aislados, sino todo lo contrario: todo está conectado y cada vez lo vemos de una forma más holística”. Para Carmen, “todo tiene aplicación en todos los ámbitos, y esto le da muchísima potencialidad”.
“En el desarrollo de nuestro trabajo nos relacionamos con muchísimas personas: profesionales del ámbito legal, que nos ayudan a cumplir con la legislación y la privacidad de datos; también con agentes comerciales que nos ayudan a tener una visión más cercana del mercado; con la gente técnica que está en la red, ya que las soluciones en las que estamos trabajando se apoyan en la red de Telefónica; personas de marketing y un largo etcétera. Todos ellos hacen posible que nuestros productos salgan a la luz de una forma satisfactoria”.
¿Qué le dirías a las mujeres que te están escuchando para que se animen a seguir una trayectoria como la tuya?
Carmen aclara que “el hecho de ser mujer no tiene por qué tomarse como un impedimento para decantarse por esta profesión. Aunque actualmente son pocas las mujeres que se encuentran trabajando en este ámbito, espero que poco a poco vayan siendo más”. No duda en animar a todas aquellas que se planteen iniciarse en el mundo hacker a que lo hagan, porque “en esta profesión, hay lugar tanto para hombres como para mujeres y, además, hay mucho futuro”.
