La selva amazónica continúa ardiendo, y la NASA ha publicado unas imágenes captadas por uno de sus satélites donde muestra la enorme cantidad de focos activos y la gran nube de monóxido de carbono perjudicial para la calidad del aire que sobrevuela el Amazonas.
El Amazonas sigue ardiendo sin ningún tipo de control y la magnitud de este desastre medioambiental no se puede calcular todavía. El daño será global y las consecuencias irreparables, ya que, tal y como comentábamos en un post anterior, la Amazonía tiene un papel clave en la regulación del clima por su capacidad para absorber dióxido de carbono.
Según los últimos datos, 79.513 incendios han sido registrados en Brasil durante este 2019, siendo más del 50% en el Amazonas. Tal es la crisis que la solución ha pasado a ser global y protagonista en la última cumbre del G-7 celebrada en Biarritz. Durante la reunión, los países participantes acordaron destinar un monto de 18 millones de euros para colaborar en las labores de extinción de incendios y recuperación del pulmón del planeta.
Sin embargo, el gobierno de Brasil liderado por Bolsonaro acaba de rechazar estos fondos. ¿Qué está pasando? ¿Cuáles van a ser las consecuencias de todo esto?
Acelerará el calentamiento global y sus efectos
En medio de este contexto, la NASA ha publicado unas imágenes capturadas por uno de sus satélites que muestran el terrible efecto visto desde el espacio de los incendios que están ocurriendo en la selva amazónica y que afectan ya a varios países como Bolivia y Perú.
A través de la sonda AIRS, la NASA ha medido los niveles de mónoxido de carbono en la región de la amazonía brasileña que permiten darse cuenta de la enorme cantidad de concentración de gas que existe en la atmósfera:
NASA maps carbon monoxide from #AmazonRainforest fires from orbit: https://t.co/xFvWUfDfVm pic.twitter.com/eRrp34QvGm
— NASA JPL (@NASAJPL) August 23, 2019
¿Qué significa esto? El monóxido de carbono es un gas que se libera cuando una sustancia compuesta de carbono se quema en una zona sin suficiente oxígeno. Según los expertos, los niveles de este gas en el Amazonas se están posicionando por encima de lo que es habitual, un hecho que podría ser devastador para nuestra salud.
La concentración de monóxido de carbono en grandes cantidades afectará de forma desmedida a la calidad del aire que respiramos ocasionando problemas de salud en las personas como, por ejemplo, episodios cardiovasculares. Sin embargo, lo que más preocupa a los investigadores es que los incendios de la Amazonía acelerarán, irremediablemente, el calentamiento global y todos sus efectos.
