Los respiradores son esenciales para tratar a los pacientes graves de coronavirus, pero se han agotado debido a la gran demanda que hay de ellos en los hospitales. Ante esta circunstancia, ha surgido un apoyo inesperado.
Hablamos hace días de cómo la industria automovilística se ha lanzado a crear respiradores por el coronavirus en Estados Unidos, en donde la FDA (Food and Drug Administration) ha relajado los permisos precisamente para poder producirlos con más facilidad.
Así, marcas de coches como General Motors, Ford, Tesla y Nissan anunciaron su aportación en esta crisis del Covid-19: en cuestión de días han pasado de fabricar coches a material sanitario. Las cifras de producción se cuentan ya en decenas de miles.
En España, encontramos una situación similar. Varias compañías de coches fabrican respiradores y mascarillas para los centros de salud y hospitales. Su iniciativa está sirviendo de ejemplo e inspiración a otros países.
El caso de SEAT en León
La fábrica de los SEAT León en Martorell ha transformado su línea de montaje. “En un tiempo récord, en una sola semana”, comenta orgulloso Sergio Arreciado, del área de Ingeniería de Procesos de SEAT en el comunicado. “Han participado muchas áreas de la empresa”. Ya son 150 trabajadores.
Sin embargo, no ha sido fácil ni rápido. Al principio de la crisis, sus ingenieros comenzaron a trabajar en un producto óptimo. Realizaron 13 prototipos hasta dar con el definitivo, que es con el que están trabajando: OxyGEN. Lo producen con engranajes impresos en la fábrica, ejes de cajas de cambio y el motor adaptado de los parabrisas.
Si tenemos en cuenta que cada respirador cuenta con más de 80 componentes electrónicos y mecánicos, podemos entender el mérito de sus trabajadores, que lo hacen de forma solidaria. “Todo este esfuerzo merecerá la pena con saber que hemos ayudado a salvar una vida”, resume Francesc Sabaté, de I+D de SEAT, en la publicación de SEAT. Fabrican una media de 100 respiradores al día y esperan incrementar la cantidad pronto.
Renault también se une la lucha contra el Covid-19
Renault es una marca de coches francesa. Sin embargo, ha sido en España, en concreto en Valladolid, donde ha nacido la iniciativa “Renault al rescate”, un proyecto voluntario en el que los trabajadores de la compañía construyen mascarillas sanitarias desde su hogar. Empezaron utilizando impresoras 3D que tenían en casa. Los que no tenían impresora colaboraron económicamente a través de una red de crowdfunding para comprar bobinas de PLA y láminas de acetato, el material necesario para las máscaras.
A las pocas semanas de empezar, a finales de marzo, ya habían recaudado 25.000 euros. La empresa, conociendo la iniciativa de sus empleados, decidió cederles 20 máquinas 3D para acelerar el proceso.
Su meta es producir 2.000 mascarillas diarias. De momento, ya son más de 160 trabajadores. Llevan más de 21.000 mascarillas repartidas, principalmente entre Castilla La Mancha y Castilla y León y, en menor medida, Andalucía. A las residencias de ancianos y hospitales iniciales, hay que sumarle otro destino: una veintena de centros de policía local en Valladolid. Las mascarillas, en su caso, llevan un acople para ajustarse perfectamente a la gorra.
Desde Renault destacan que han recibido peticiones de los planos por parte de trabajadores de la empresa de otros países, como Brasil, Chile, Túnez, Turquía y Francia, por lo que su éxito ha trascendido nuestras fronteras.
Iveco y Carglass
También Iveco y Carglass contribuyen en esta crisis sanitaria fabricando material.
En Iveco, sabemos que sus plantas de Madrid y Valladolid fabricaron máscaras y mascarillas al poco de empezar toda esta situación, mientras que en Carglass, decidieron ofrecer su ayuda cediendo 5 impresoras 3D a los coronamakers para hacer viseras.
Mercedes, en Reino Unido
La escudería Mercedes también se ha unido en esta lucha común contra el coronavirus. Así lo ha anunciado en Reino Unido, en donde ha producido 10.000 respiradores en tan solo 10 días. Después, los han puesto a disposición de la sanidad británica.
Su fabricación ha tenido lugar en la fábrica de la empresa en Brixworth. Allí han probado también varios modelos hasta dar con el más eficaz: el Mark II, con el que aseguran reducir en hasta un 70% el consumo de oxígeno respecto a la versión anterior. Satisfechos de este avance, han decidido compartir su diseño públicamente con todas las empresas que quieran aprovecharlo para construirlos.
El jefe de la sede, Andy Cowell, comenta que ya han recibido numerosas solicitudes de compañías que quieren utilizarlo. Para él, el Mark II puede significar una verdadera diferencia en la respuesta al Covid-19, al acelerar bastante la elaboración.
Tiempos difíciles, pero también de altruismo
Recordamos que, de la misma manera que diversas marcas de coches ahora fabrican respiradores ante el coronavirus, un montón de ciudadanos imprimen material sanitario desde su casa: los llamados “coronamakers”. Lo hacen de forma voluntaria, asumiendo el coste de su producción, sin saber si lo recuperarán. Un ejemplo más de la solidaridad en tiempos de crisis.
