Cuando contratas una línea móvil con cualquier operadora, como Movistar, esta te facilita una pequeña tarjeta de plástico. Dentro, hay una tarjeta troquelada con un chip. Es la tarjeta SIM. Necesaria para que tu teléfono acceda a la red móvil de Movistar y puedes enviar y recibir llamadas al número de teléfono que Movistar te ha asignado. Pero no hay una única SIM. Los teléfonos cambian y surgen tarjetas SIM de distintos tamaños. Además, hay teléfonos que pueden usar Nano SIM, Dual SIM o eSIM. ¿En qué consisten?
La tarjeta SIM es imprescindible. Sin ella, tu smartphone es solo un ordenador de bolsillo. No tiene un número de teléfono asignado ni puede acceder a redes móviles. En cuanto colocas la tarjeta SIM, ya puedes acceder a redes 4G o 5G, realizar llamadas de voz, recibirlas, etc. Ya sea con una o con Dual SIM.
Como curiosidad, SIM es el acrónimo de Subscriber Identity Module (módulo de identificación de abonado). Su chip, similar al de una tarjeta de crédito, “almacena de forma segura la clave de servicio del suscriptor usada para identificarse ante la red, de forma que sea posible cambiar la suscripción del cliente de un terminal a otro simplemente cambiando la tarjeta”. Así la define la Wikipedia.
Las tarjetas SIM físicas
Si tienes un teléfono móvil ya sabes lo que es una tarjeta SIM. Es esa tarjeta de plástico con un chip que te dieron cuando contrataste tu línea móvil. Puede que te la dieran en la tienda o la recibieras por correo. El caso es que recibiste una tarjeta de plástico con esa tarjeta SIM, el número de teléfono asignado y los códigos PIN y PUK. Por si acaso.
Para beneficiarte de tu contrato móvil necesitas colocar esa tarjeta SIM en tu teléfono. Según el modelo, puede variar, pero normalmente consiste en sacar una pequeña placa lateral, normalmente con un alfiler, y colocar la tarjeta SIM, ya sea mini SIM, nano SIM o micro SIM.
Lo que toda la vida ha sido tarjeta SIM ha variado con los años. Incluso hoy puedes usar más de una mediante Dual SIM. Y es que los teléfonos han cambiado también. Curiosamente, a medida que las pantallas de los smartphones crecen y crecen sin parar, las tarjetas SIM reducen su tamaño. Así dejan más espacio al resto de componentes, en especial la batería.
Primero fue la tarjeta miniSIM. Su tamaño es de 25 x 15 milímetros. La tarjeta de plástico viene troquelada para poder obtener su equivalente miniSIM. En realidad, el cambio sólo afecta al plástico. El chip sigue siendo idéntico. Luego llegó la tarjeta microSIM. Su tamaño es 15 x 12 milímetros. Y, finalmente, la nanoSIM o nano SiM, de 12’3 x 8’8 milímetros. Básicamente, la Nano SIM es un chip con un fino borde de plástico.
Si has tenido varios smartphones o teléfonos en los últimos años, tal vez hayas usado todos los tipos de SIM físicas que hay. A continuación, dos opciones menos conocidas.
Las Dual SIM
Lo que conocemos como Dual SIM no se refiere a la tarjeta en sí sino al dispositivo donde vas a colocar la tarjeta SIM. En esta ocasión, se trata de un teléfono que admite dos tarjetas SIM. También se pueden llamar Multi SIM, nombre que integra dispositivos con más de una SIM.
La pregunta es, ¿por qué querría alguien tener dos SIM en un solo teléfono? Con un smartphone o teléfono Dual SIM puedes usar dos números de teléfono sin tener dos dispositivos. Así, puedes gestionar llamadas y mensajes de ambos desde el mismo terminal. Muy útil en especial por motivos de trabajo.
Otra utilidad de la Dual SIM es aprovechar las ventajas de dos planes o contratos móviles. Puede que quieras usar una tarjeta SIM para llamadas y la otra para datos móviles. Una tercera utilidad tiene que ver con quienes viajan frecuentemente y deben usar su teléfono dentro y fuera de sus fronteras.
Como alternativa a la doble SIM o dual SIM, Movistar cuenta con un servicio llamado Segunda Línea que te permite tener un segundo número de teléfono virtual sin necesidad de usar dos tarjetas SIM simultáneas. Por 5 € al mes, tendrás un número virtual para usar en WhatsApp o en cualquier aplicación o servicio.
Segunda Línea puede ser muy útil, por ejemplo, para dispositivos iPhone. Su utilidad es la misma que con la Dual SIM pero sin tener que cambiar de teléfono para adquirir uno con doble SIM. Según la página oficial del servicio, “Puedes añadir una segunda cuenta, solo para tu negocio, y la pueden gestionar otras personas desde el ordenador de la tienda, ya sea informando de los cambios de horario, de los pedidos, etc.”
Puedes activar este servicio desde su página oficial o llamando al 22522. Además, cuenta con aplicación oficial para iPhone y Android.
La eSIM, adiós a la tarjeta SIM física
Terminamos este repaso por las tarjetas SIM con la opción más reciente. Ya está disponible pero todavía no está generalizada. Pero como cualquier tecnología, todo se andará. Su nombre es eSIM o e-SIM. El acrónimo de SIM ya lo mencioné antes. La e se refiere a embedded o embebida. Para entendernos, la tarjeta va integrada con el teléfono.
Esto no significa que sólo puedas usar ese teléfono con esa tarjeta. En realidad, se trata de facilitar el cambio de SIM, o mejor dicho, el cambio de operadora. El chip integrado en el teléfono o smartphone se comunica con la SIM virtual, sea cual sea la operadora. Ahí está la ventaja frente a la SIM física. Puedes cambiar de operadora y/o de número directamente desde el mismo dispositivo.
Movistar ya cuenta con soporte para eSIM. En su página oficial explica en qué consiste y qué dispositivos son disponibles, como por ejemplo los iPhones XS, XR y posteriores, los Samsung Galaxy S20 y S21, Huawei P40, etc. También está indicada para iPad Pro y para Apple Watch.
Al igual que las tarjetas SIM físicas, puedes solicitar una eSIM a través de una tienda oficial de Movistar o llamando al 1004. Tanto si te das de alta en una nueva línea como si quieres cambiar tu tarjeta actual o contratar el servicio MultiSIM.