¿Cómo se construye una red de telecomunicaciones verde?

En ocasiones se le culpa a la tecnología de todos los males. Pero es gracias a ella que podemos resolver los problemas y retos a los que debemos hacer frente como sociedad. O dicho de otra forma. Gracias a la tecnología es posible revertir y corregir nuestros errores pasados. Un claro ejemplo es la digitalización. Una herramienta que nos permite avanzar contribuyendo, de paso, a la sostenibilidad del planeta al tiempo que seguimos manteniendo, en parte, nuestro ritmo de vida. Según datos estimados, la digitalización puede recudir las emisiones de CO2 entre un 15 y un 35%. Y en ese proceso de digitalización, las telecomunicaciones son un pilar clave.

Precisamente, la pandemia ocasionada por la COVID-19 nos ha brindado una oportunidad para poner en práctica a gran escala tecnologías que ya se venían usando. Empresas, instituciones y particulares han dado el salto a la digitalización a marchas forzadas. Empujados por una crisis sanitaria y económica a la que había que hacer frente mediante el aislamiento físico. Y ahí, las telecomunicaciones han demostrado que una sociedad hipertecnológica no está reñida con la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.

La digitalización permite reducir costes, optimizar procesos, mejorar la manera de organizarse de particulares y profesionales y reducir las distancias físicas. Tecnologías como la nube, la inteligencia artificial, el Big Data o la Internet de las cosas son una oportunidad para enterrar vicios del pasado y avanzar hacia una sociedad sostenible y respetuosa con el planeta al tiempo que evoluciona tecnológicamente y hace más fácil nuestra vida.

Telecomunicaciones para la digitalización de bajo impacto ambiental

Hoy en día, la mayoría de tecnologías nuevas deben tener en mente el factor sostenibilidad para encajar en un mercado competitivo y exigente. No basta con que sean económicas, mejoren tecnologías anteriores o que den beneficios económicos. También deben ser eficientes y que su impacto ambiental sea mínimo. Reducir nuestro impacto en el planeta sin dejar de avanzar.

En el ámbito de las telecomunicaciones, el reto es el mismo. Ofrecer un avance en prestaciones mediante una red eficiente, rápida y segura. Pero que, además, sea baja en emisiones y tenga una huella ambiental mínima. Y esta es una de las apuestas de Telefónica: contribuir al proceso de digitalización de manera sostenible.

En la práctica, esto implica que las soluciones y servicios aportados a clientes, particulares y profesionales, sean competitivos a la par que eficientes, reduzcan las emisiones de carbono, utilicen menos recursos, generen pocos o cero residuos, utilicen energías renovables y, como colofón, fomenten la economía circular.

Pero de nada sirven las promesas sin acciones concretas. Telefónica tiene el compromiso de alcanzar emisiones netas cero en 2025 en sus principales mercados. Y en el resto de operaciones, ese objetivo se tiene que alcanzar en 2040. Con acciones como que el 100% de su consumo eléctrico actual proviene de fuentes renovables en Europa, Brasil y Perú.

Soluciones digitales y sostenibles

Los compromisos adquiridos por Telefónica en relación a la sostenibilidad se han englobado bajo el sello Eco Smart. Mediante cuatro iconos, se representan los cuatro beneficios ambientales que la apuesta por lo sostenible puede generar al tiempo que ofrece servicios competitivos a clientes profesionales y empresariales.

Ahorro energético, reducir el consumo de agua, reducir las emisiones de CO2 y contribuir a la economía circular. Son los cuatro pilares de Eco Smart. Y todo esto supone beneficios para el planeta y para la propia empresa que contrata estos servicios. Mayor eficiencia y menos gastos al tiempo que aumenta su productividad gracias a la transformación digital a la que contribuyen los servicios de Telefónica en todos los ámbitos empresariales.

Agricultura, industria, turismo, logística, comercio, banca… Cualquier sector se puede beneficiar de una digitalización sostenible a través de una red de telecomunicaciones verde. Para ello es necesario combinar tecnologías como la nube, la Internet de las cosas, la inteligencia artificial y el Big Data. Eso sí, tecnologías que se adaptan a cada caso. Y con ello se logra automatizar procesos, optimizar el consumo de los recursos disponibles y mejorar los resultados.

En el ámbito de la conectividad, Telefónica apuesta por la fibra óptica. Un 85% más eficiente energéticamente que el cobre. Y por el 5G, un 90% más eficiente que el 4G. Respecto a la nube o cloud computing, Telefónica permite a empresas de todos los tamaños dar el salto a la digitalización de su hardware gracias a las plataformas AWS de Amazon, Azure de Microsoft o Cloud de Google. Y con el respaldo de centros de datos más eficientes energéticamente que si la infraestructura estuviera en la propia empresa.

Pero hay más. El concepto de digital workplace que hace referencia al teletrabajo o trabajo semipresencial, es algo que se puede aplicar de inmediato gracias a los servicios de Telefónica. Fácil de implementar, contribuye a reducir desplazamientos y costes en oficinas.

Digitalización - Sostenibilidad - Telecomunicaciones

Fuente: Brand Factory Telefónica

Estar en todas partes mediante hologramas

Un ejemplo de lo que puede hacer una red de telecomunicaciones verde por la sostenibilidad. Para qué desplazarse continuamente entre municipios o países, con el sobrecoste que implica y la pérdida de tiempo en el desplazamiento, si podemos comunicarnos en tiempo real mediante audio, imagen o incluso con nuestra presencia holográfica.

Ayer, las reuniones telefónicas consistían en una sucesión de voces que, en ocasiones, se interrumpían. Hoy, cada vez es más habitual realizar videollamadas grupales en las que cada participante es visible, al menos parcialmente. Mañana, con la digitalización, las reuniones estarán formadas por participantes presenciales y otros en forma de holograma. Como en el cine de ciencia ficción.

La llamada telefónica o la videollamada son algo ya frecuentes. Pero en el futuro también podremos estar en otro lugar de manera presencial. Al menos de manera holográfica. Como en los futuros imaginados por la literatura. Es la apuesta de la telepresencia holográfica, una tecnología que cada vez es más real gracias a la posibilidad de implementar Edge Computing y de las redes de telecomunicaciones ultra rápidas que permite el 5G.

Un caso práctico de la telepresencia holográfica es el que se lleva a cabo en el proyecto en el que participan TelefónicaEvercoast, Intel y Hewlett Packard. Mediante tecnología 5G es posible realizar una conexión rápida y sin latencia. Y es que para esta tarea se necesita un ancho de banda considerable, ya que un holograma requiere el envío y recepción de una gran cantidad de datos de manera prácticamente simultánea.

Todo empieza con la captura de las personas u objetos a convertir en hologramas. Para su escaneo se emplean cámaras Intel RealSense de profundidad volumétrica e iluminación con focos LED. A continuación, se emplea edge computing para ejecutar el software creado por Evercoast. Este software se encarga, primero, de generar y, después, de reproducir los hologramas o imágenes en 3D. Y para ver dichos hologramas se emplean gafas Hololens 2 o directamente la pantalla de un ordenador.

Digitalización y sostenibilidad de la mano gracias a la reducción de desplazamientos: menos emisiones de CO2 y menos consumo de combustibles. Con la telepresencia holográfica será posible estar en varios sitios a la vez o viajar por el mundo para asistir a reuniones, eventos públicos, charlas, conferencias, clases magistrales, pasarelas de moda, presentación de productos en varios sitios a la vez, turismo virtual o, en el ámbito de la salud, telemedicina, rehabilitación a distancia y mucho más.

Un proyecto que la compañía presenta en el marco de la celebración del Mobile World Congress de Barcelona bajo el lema Transformation is Now. Un lugar en el que se pondrán en común todas las propuestas vinculadas a la conectividad, 5G, industria conectada o la sostenibilidad.

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