Vivimos inmersos en tecnologías y plataformas innovadoras como el blockchain y Ethereum; donde el Bitcoin y otras criptomonedas cobran vida. Aunque no lo creas, esto se relaciona con los smart contracts. Por eso, te invitamos a descubrir el alcance y la función que cumplen estos acuerdos digitales.
La aparición del Bitcoin trajo consigo importantes avances tecnológicos. Tales como el desarrollo de nuevos protocolos, funcionalidades, transacciones de firmas múltiples y contratos inteligentes.
Según Gartner, las organizaciones que utilizan contratos inteligentes aumentarán la calidad de los datos en un 50% para 2023. De igual forma, mejorarán la transparencia, velocidad y nivel de detalle, claves para la toma de decisiones.
El reto es unir dos grandes sectores: la tecnología y el área legal. Por ello, conocer su utilidad te ayudará a entender el rol que juegan hoy en día.
¿Qué son los smart contracts y para qué sirven?
Los contratos inteligentes son acuerdos ejecutados por personas físicas, jurídicas, máquinas o programas automáticos y autónomos. Por lo cual, no requieren un intermediario. Una vez implementados, son inmutables e irrevocables, gracias a un código (no modificable) que garantiza un intercambio confiable.
Por tanto, la función básica de los smartcontracts es hacer cumplir términos y condiciones predeterminadas entre ambas partes. Mediante programas almacenados en una cadena de bloques o blockchain que se ejecutan por sí mismos, tras cumplirse estos acuerdos.
Te daremos un ejemplo. Cuando compras una casa, firmas un contrato por la transacción de compraventa con el vendedor. Ahí estipulas las cláusulas relacionadas con el banco, pago, notario, registro de propiedad y otros.
Pero, con los contratos inteligentes, se simplifican estos procesos, ya que un código informático programado lo hace digitalmente. En tal sentido, los contratos inteligentes tienen las siguientes ventajas:
- Menor costo burocrático.
- Mayor accesibilidad y seguridad.
- Fomentar la competencia.
- Ganar transparencia y confiabilidad.
- Reducir asimetrías de información.
- Impulsar la eficiencia y productividad.
A continuación, detallaremos algunas de las principales características de estos acuerdos y los tradicionales, para conocer sus diferencias.
Diferencias con los contratos tradicionales
Un contrato tradicional es un acuerdo voluntario entre dos partes para beneficio mutuo. Generalmente, el acreedor y deudor lo establecen de forma verbal o escrita. Por tanto, supone la gestión de terceros y está sujeto a interpretaciones e incumplimientos de las obligaciones estipuladas.
Mientras que los smartcontracts se crean bajo procesos distintos. Por eso, te darás cuenta de que, gracias a la era digital, se facilita su gestión. De modo que,
- Una vez definidas las condiciones, se ejecutan por sí mismos.
- Permiten realizar negocios o acuerdos, a través de Internet, sin intermediarios.
- Se almacenan en una red que funciona con tecnología blockchain.
- Para ejecutar estos acuerdos, solo se requiere de tecnología blockchain y acceder a los activos o cuentas de los participantes.
Ahora bien, existe una particularidad de estos acuerdos respecto a su conexión con las criptomonedas.
Relación con las monedas digitales
La idea de los contratos inteligentes no es nueva. De hecho, en los años noventa, el criptógrafo Nick Szabo ya investigaba protocolos informáticos que simplificaran el comercio electrónico. Por tal motivo, se convirtió en el padre de los smartcontracts y las monedas digitales.
En 2009, se dio a conocer el protocolo Bitcoin, que también funciona con la tecnología blockchain. De hecho, puede decirse que esta red (donde se registra la constancia de un pago) fue la versión primitiva de un contrato inteligente.
Otro hito en la evolución de estos acuerdos y las criptomonedas surgió a raíz del nacimiento de Ethereum en 2015. Una plataforma que llegó para simplificar la creación y ejecución de los contratos digitales. Mediante el empleo de un protocolo de programación para transacciones complejas.
De igual forma, con estas plataformas, los acuerdos se ejecutan a través de una máquina virtual desarrollada con blockchain. Por eso, esta tecnología es clave en la descentralización de las finanzas. Además, es la más utilizada para desarrollar estas aplicaciones.
Panorama actual de los smartcontracts
Actualmente, las principales criptomonedas tienen un volumen de más de 120 millones de dólares de circulación. Para 2023, se espera que el mercado global de smart contracts alcance los 300 millones de dólares.
Sin embargo, la creación y acceso a contratos inteligentes tiene retos aún por enfrentar. Por ejemplo, el desconocimiento actual, temor ante cambios tecnológicos, obtener legalidad del blockchain y preocupación por la fiabilidad y estandarización del uso.
Como ves, el panorama para las aplicaciones de los smart contracts continuará impactando en sectores claves. Además, su uso repercutirá en aspectos esenciales de la sociedad, como la economía y las leyes. Por lo cual, su diversificación será una tendencia que seguirá impulsando el desarrollo y la innovación.
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