¿Es posible detectar un texto creado por inteligencia artificial? Las imágenes, por ahora, sí son fáciles de cribar. Pero los textos están muy logrados. Y si no tenemos un ojo crítico o no contamos con herramientas especializadas, cuesta mucho saber si el texto que estás leyendo lo escribió un ser humano o una IA generativa. Tan de moda últimamente. El ámbito de la IA está creciendo tan rápido que ya existen soluciones para analizar textos. Y como contrapartida, tenemos opciones como BypassGPT para saltárselas.
Está claro que no todo el mundo utiliza la inteligencia artificial generativa de manera honesta. En el ámbito educativo, sin ir más lejos, algunos estudiantes abusan de estas herramientas para ahorrarles tiempo y esfuerzo redactando textos. Algunos casos son tan evidentes que un simple vistazo detecta la trampa. Pero, otros, en cambio, cuesta más de detectar. Con el tiempo, han surgido herramientas para analizar esos textos. No son perfectos y, en ocasiones, surgen los falsos positivos. Y, ahora, además, surgen parches como BypassGPT.
En su página web, BypassGPT dice ser indetectable por los detectores de plagio. También advierte de que eliminará “errores gramaticales, sintaxis, puntuación y ortografía”. Algo que, en principio, no suele ocurrir con las inteligencias artificiales generativas. Y para afirmar su eficiencia, BypassGPT menciona nueve detectores de plagios mediante IA que puede saltarse con sus reescrituras automáticas: GPTZero, ZeroGPT, Originality.ai, Turnitin, WInston AI, Copyleaks, Writer, Content at Scale y Sapling.
Humanizar textos creados con IA
El propósito de la IA generativa es, precisamente, responder a nuestras interacciones mediante comentarios que parecen escritos por un ser humano. Es por eso que, cuando le preguntas algo que no sabe, puede inventárselo. Por encima de la verdad está su función de parecer humano. Pero no son perfectas. Y puede ocurrir que nos encontremos con textos detectables. En especial si hablamos de textos extensos. Y si conocemos el estilo de la persona que dice estar detrás de ese escrito.
A medida que millones de personas se han familiarizado con la IA generativa, ha surgido todo un ecosistema de herramientas basadas en IA que cumplen distintos propósitos. A partir de los modelos originales, como GPT de OpenAI, Gemini de Google, Claude de Anthropic o Llama de Meta (antes Facebook), han surgido soluciones que facilitan el uso de estos modelos de IA. Algunos especializados en tareas como la creación de imágenes, traducir o programar aplicaciones.
Y, tarde o temprano, tenían que surgir servicios basados en IA que analizan textos escritos por IA y le dan una vuelta para evitar su detección. BypassGPT, sin ir más lejos, afirma ser indetectable por la mayoría de detectores. También dice evitar los filtros de spam y, por si esto no fuera suficiente, optimiza los escritos “con contenido rico en palabras clave y compatible con SEO”.
Más detalles de interés: está disponible en varios idiomas, incluyendo inglés y español. Y para funcionar emplea GPT-3.5. Por lo demás, para usarlo es necesario suscribirse a sus planes de pago. Cada plan tiene un precio distinto en función del número de palabras que puede procesar, así como algunas funciones adicionales. Aunque puedes probarlo gratis con un máximo de 150 palabras.
BypassGPT, un ‘baipás’ basado en GPT
BypassGPT hace honor a su nombre. Como ocurre con otras herramientas basadas en GPT, su labor consiste en mejorar lo que hace ChatGPT por defecto. Es decir, que lo que podemos lograr a partir de una IA generativa como GPT depende tanto de ella misma como de cómo la manejemos. La experiencia nos está enseñando que no es tan simple como plantearle una cuestión. Las repreguntas o la manera en que pedimos algo influye en las respuestas de la IA generativa. Y soluciones como BypassGPT se encargan de allanarnos el camino en este sentido.
ChatGPT genera escritos que parecen creados por un humano. Pero su funcionamiento ya es conocido por todos. De ahí que existan detectores de textos escritos con GPT. La labor de BypassGPT es, precisamente, hacer de baipás. Es decir, saltarse estos detectores cambiando los escritos ligeramente. Un juego del gato y el ratón que, por ahora, parece funcionar muy bien. La propia herramienta pasa sus textos por estos detectores para darte más tranquilidad.
Usar BypassGPT no tiene ningún secreto. Introduces el texto, eliges el modo de funcionamiento (mejorado por defecto, rápido o creativo) y pulsas en Humanizar. Al cabo de unos segundos, obtendrás el resultado. E inmediatamente, verás un análisis de nueve detectores de IA. Si no te fías de ese análisis, puedes hacerlo tú mismo de manera independiente. Y ya está. Copias el texto reescrito y ya puedes usarlo en tus documentos, correos electrónicos, redes sociales, etc.
Y la gran pregunta. ¿Para qué podríamos usar BypassGPT? Su página da varios ejemplos: redactar ensayos y artículos en institutos y universidades, crear contenido de blog sin penalizaciones de Google u otros buscadores, generar sitios web o redactar textos de marketing. Hacer un uso responsable dependerá de la profesionalidad y honestidad del usuario.