Nuestras ciudades albergan espacios mágicos que enriquecen nuestra vida cotidiana. Uno de ellos se encuentra en la playa de la Concha de San Sebastián, donde tres piezas de acero aferradas a las rocas rompen con las olas del mar Cantábrico. La escultura, denominada Peine del Viento, es una de las obras de arte público más populares de Eduardo Chillida por la experiencia sensorial y emotiva que nos genera.
El autor vasco entendía el arte como una forma de comunicación abierta con la sociedad. Gijón, Valladolid, Madrid, Sevilla y Barcelona solo son algunas de las ciudades donde sus esculturas no solo ocupan un espacio físico, sino que interactúan con el entorno. Este 2024 se cumplen 100 años de su nacimiento y para celebrarlo se han organizado actos como la exposición «100 años de Eduardo Chillida de la Colección Telefónica», con una selección de piezas que forman parte del patrimonio artístico de la compañía y que estarán abiertas al público hasta el 12 de enero de 2025. Conocemos su historia de la mano de Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica.
La integración del arte en el espacio público
La obra de Eduardo Chillida destaca como un ejemplo emblemático de arte público. Sus piezas se caracterizan por una aparente sencillez que esconde una complejidad en la relación entre sus partes y el entorno. Cada ángulo busca un equilibrio para resonar con la naturaleza y dialogar con los seres humanos.
Esto se percibe en el hecho de negar el uso del ángulo recto en sus obras. “Eduardo decía que era precioso, pero tenía un grandísimo problema, y es que es un ángulo que no dialoga con ningún otro ángulo”, explica Mikel Chillida, nieto del escultor, que buscaba expresar en cada obra lo que las palabras no alcanzaban a decir.
El hierro fue un material fundamental en sus piezas por su dureza y resistencia, pero, sobre todo, por su maleabilidad empleando técnicas de forja tradicional. Estas tres características le permitían expresar a través del arte conceptos profundos sobre el espacio y la existencia.
La filosofía creativa de Chillida estuvo marcada por las personas que le acompañaron en las distintas etapas de su vida: Pilar Belzunce, su mujer y principal fuente de inspiración; Aimé Maeght, galerista e impulsor de su carrera internacional; Manuel Illarramendi, herrero y formador en técnicas de forja; y Patricio Etxeberria, empresario y facilitador de recursos.
Las obras de Eduardo Chillida en España
Además de Peine del Viento, una de sus obras más conocidas, el artista vasco creó increíbles esculturas de acero como Elogio del Horizonte, situada en Gijón, Elogio del agua, ubicada en Barcelona, Monumento a la Tolerancia, en Sevilla, o Berlín, traspasando las fronteras hacia Alemania.
La exposición «100 años de Eduardo Chillida con la Colección Telefónica» reúne en Chillida Leku una selección de piezas del escultor que forman parte del patrimonio de la compañía hasta el 12 de enero.
Chillida ayudó a posicionar a España en el mapa del arte moderno por su capacidad para explorar nuevas formas y materiales desafiando lo convencional. Sus obras forman parte de colecciones y museos de prestigio en todo el mundo como el Modern Art (Estados Unidos), Stedelijk (Países Bajos) o The Tate Modern (Reino Unido).
Chillida Leku, “El lugar de Chillida”
Mireia Massagué, directora del museo Chillida Leku, lo define como el centro del universo del legado del artista. Se trata de un espacio al aire libre que combina arte, patrimonio y naturaleza, y donde la principal recomendación a todos los visitantes para disfrutar de la experiencia es que toquen cada una de las casi cuarenta esculturas que se encuentran en el exterior.
El espacio está situado en el caserío Zabalaga de Hernani y alberga todo tipo de obras del artista, desde sus inicios hasta su madurez. Es un espacio abierto en el que no existe un recorrido único. Los visitantes pueden guiarse libremente por su intuición y crear un camino que enriquezca su experiencia. Si quieres descubrir más sobre Eduardo Chillida y su obra, no te pierdas el homenaje de Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica.