Nos guste o no Elon Musk, en especial sus excentricidades y salidas de tono, no podemos negar que ha sabido poner el ojo en empresas innovadoras. Y, lo más importante, se ha rodeado de las personas adecuadas para llevar adelante proyectos como su red de satélites de baja órbita, sus cohetes que despegan y aterrizan o sus vehículos eléctricos. En su última presentación de Tesla, dio a conocer un robot y dos modelos de automóvil. Uno era un robotaxi, y el otro un monovolumen. Y de lo poco que se dijo de ellos, destacan aspectos como que van a incorporar carga inalámbrica para coches eléctricos. Una tecnología que ya existe pero de la que sabemos poco.
A finales de 2023, Tesla ya dio pistas sobre sus intenciones de introducir esta tecnología en sus automóviles eléctricos. Carga inalámbrica inductiva a través de cargadores caseros que cualquiera podrá instalar en sus hogares. O mejor dicho, en sus garajes. Toda una declaración de intenciones de que siguen siendo una compañía innovadora pese a que la competencia, especialmente desde China, le está comiendo terreno a pasos agigantados. Pero cumplir una promesa no es tan simple.
A principios del año pasado, Tesla estuvo probando un prototipo de estación de carga inalámbrica para hogares. Y para no cometer errores, adquirió una startup especializada en carga inalámbrica, integrándola en su equipo de Tesla. La alemana Wiferion. De esta manera, evita empezar de cero en una tecnología incipiente, pero que todavía está por despegar. Además, compartió una fotografía con los medios para que se hicieran una idea de en qué estaban trabajando. Y desde primeros de este mismo año, sabemos que hay una patente que daba más Información sobre la estación de carga de Tesla. Es más. Tanto el robotaxi como el robovan, que se empezarán a construir antes de 2027, deberían ser compatibles con carga inalámbrica para coches eléctricos.
La importancia de la autonomía de los vehículos eléctricos
Uno de los temas más peliagudos cuando se habla de vehículos eléctricos es su autonomía, refiriéndose a cuántos kilómetros pueden recorrer sin repostar. Es decir, sin cargar sus baterías. Y una vez en esa necesidad, cuánto tiempo tardan en cargarse. Aunque hemos dado grandes pasos en el diseño y fabricación de baterías, ya que dependemos de ellas en innumerables dispositivos y aparatos, lejos queda el sueño de poseer teléfonos móviles o coches eléctricos que solo tengamos que cargar cada pocas semanas. Por el momento, es ciencia ficción.
No solo eso. Dar el salto al vehículo eléctrico implica aprender ciertas nociones sobre electricidad más allá de lo aprendido en el instituto. Potencia de carga, tipo de corriente y, especialmente, tipos de conectores, son algo que muchos desconocemos hasta que nos ponemos a mirar las fichas técnicas de los automóviles eléctricos. El conductor de coche clásico debe diferenciar entre gasolina, gasóleo o diésel. Y saber qué octanaje le corresponde a su modelo de vehículo. En el eléctrico, conviene saber qué cable usar. Palabros como tipo 1, tipo 2, combo, Schuko, CHAdeMO… Carga rápida, semirrápida, ultrarrápida, carga lenta…
En este sentido, hoy en día se pueden cargar coches eléctricos en 30 minutos. Incluso ya se empiezan a ver puntos de carga que permiten cargas completas en 5 o 10 minutos. Pero lo normal es emplear una o dos horas. O dejarlo toda la noche cargando para tenerlo listo al día siguiente. Ya sea en tu propio garaje o en una plaza de parking público o privado que tengas alquilado o en propiedad. Un hábito que sale más económico y que hemos heredado de cargar los teléfonos móviles. Así pues. ¿Supone la carga inalámbrica de coches una ventaja o es una tecnología que necesita tiempo para desarrollarse?
La carga inalámbrica para coches a día de hoy
Relojes, pulseras, teléfonos y tabletas incorporan, desde hace tiempo, carga inalámbrica desde hace años. En realidad, no es 100% inalámbrica, ya que hay que colocarlos en una superficie de inducción que transmite la electricidad. Pero decimos que es inalámbrica porque, aunque hay contacto físico, no es necesario conectar un cable. Pero si echamos un vistazo a nuestro alrededor, este tipo de tecnología todavía no está muy extendida, y lo habitual es que nuestros conocidos y allegados sigan coleccionando cables y cargadores en un cajón.
Con la carga inalámbrica para coches sucede lo mismo. Sí es cierto que varias empresas automovilísticas han estado invirtiendo tiempo, recursos y dinero a investigar esta tecnología. Nombres tan importantes como la propia Tesla, BMW, Hyundai o Geely. Pero de ahí a vender modelos de automóvil eléctrico compatible, hay un trecho.
En 2018, BMW realizó pruebas con clientes que participaron voluntariamente en un programa piloto. El modelo elegido era un híbrido BMW 530e. Y lograban cargar la batería en unas tres horas y media. En 2020, la Sociedad de Ingenieros de Automoción, por sus siglas en inglés SAE, publicó los estándares de la carga inalámbrica. Por su parte, el gigante chino Geely patentó su propio sistema de carga inalámbrica en 2021. Y ha seguido trabajando en ello desde entonces. Sin embargo, por lo que sabemos, la carga inalámbrica no es lo suficientemente rápida. O, dicho de otra forma, sus prestaciones son inferiores a la carga por cable.
De ahí que surjan aproximaciones al problema que ponen el foco en la carretera. Una patente de Hyundai, conocida en septiembre de este año, habla de cargar el vehículo de manera inalámbrica, aunque con un mínimo contacto con la propia carretera. Así, el coche incorporaría un acoplador de transferencia de potencia inductiva que puede subir y bajar en movimiento para que la distancia entre el coche y la superficie de la carretera permita la carga.
La estación de carga por inducción de Tesla
En el momento de escribir estas líneas, Tesla tiene en su tienda online una plataforma de carga inalámbrica. Eso sí. Sirve para cargar teléfonos, auriculares, relojes, etc. Su precio es de 300 dólares USA y ofrece 15 W de carga rápida. Emplea una tecnología registrada llamada FreePower y es compatible con el protocolo estándar Qi, el más popular en carga inalámbrica de aparatos electrónicos.
Para ver a la venta la plataforma de carga inalámbrica para coches tendremos que esperar. Por ahora, sabemos que emplea un sistema de carga inductiva, la más habitual hoy en día. Combinando las características de conducción autónoma de los vehículos Tesla con esta plataforma de carga, sería posible que el proceso fuera más llevadero para el conductor. Aparcar y olvidarte de ello. No pasa nada si no conectas el cable. La plataforma carga tu automóvil en cuanto aparcas donde instalaste el punto de carga.
Y aunque la carga inalámbrica ha mejorado su eficiencia mediante carga magnética, llegando a cifras por encima del 95%, sigue existiendo el problema de la velocidad de carga. Es decir, que la solución de Tesla sería una plataforma para cargar durante varias horas. Pero no resolvería el problema de batería baja durante un trayecto. En definitiva, mucho tiene que aportar Tesla para que su nuevo sistema de carga inalámbrica para coches mejore los actuales. Y, con todo, será un complemento a la carga por cable. Y no un sustituto.
