Hacker atacando y desbloqueando la seguridad de un aparato electrónico

Pensar como un atacante: por qué el Red Team es clave para la ciberseguridad moderna

En un entorno digital donde las amenazas evolucionan más rápido que las soluciones, protegerse ya no es suficiente. Hay que anticiparse. Y para eso, es necesario entender cómo piensa quien está al otro lado del ataque. 

Esa es la lógica que impulsa el enfoque del Red Team: equipos que simulan ataques reales para identificar vulnerabilidades antes de que lo hagan los delincuentes. No se trata de responder a incidentes, sino de adelantarse a ellos con conocimiento profundo, técnica y creatividad ofensiva. 

Red Team: cuando la mejor defensa es un buen ataque (simulado)

A diferencia de los equipos defensivos tradicionales, los Red Teams actúan como adversarios internos. Diseñan campañas que imitan técnicas reales de cibercrimen: desde el phishing y la explotación de vulnerabilidades hasta la intrusión física o el despliegue de malware.  

El objetivo no es “romper por romper”, sino revelar qué tan preparadas estamos realmente cuando nos enfrentamos a un ataque verdadero. 

Este enfoque ofensivo fue el eje de uno de los talleres más reveladores que se vivió en el programa Incibe Emprende by Wayra, dirigido a startups tecnológicas que buscan fortalecer su propuesta de valor con una base sólida de ciberseguridad.  

La sesión fue conducida por Joel Gámez (@JoelGMSec), experto en seguridad ofensiva y creador de herramientas como Kitsune y PSRansom, pensadas para ejercicios avanzados de simulación. 

Más allá del software: cuando el acceso físico es el talón de Aquiles

Uno de los aspectos más sorprendentes del taller fue la exploración de ataques físicos: clonar tarjetas NFC, acceder a zonas restringidas con un chaleco reflectante y una actitud segura, o instalar dispositivos maliciosos disfrazados de USBs inofensivos. En estos casos, la vulnerabilidad no está en el código, sino en la conducta humana. 

También se analizaron técnicas de radiofrecuencia, como los ataques de replay, capaces de replicar señales sin necesidad de descifrar los protocolos originales. Un recordatorio de que la seguridad no termina en la pantalla del ordenador. 

Infraestructura C2, ransomware simulado y lecciones reales

Durante la sesión también se explicó el funcionamiento de infraestructuras Command & Control (C2), fundamentales para controlar remotamente dispositivos comprometidos. Además, se exploraron plataformas desarrolladas con fines educativos, capaces de automatizar ataques, evaluar respuestas y generar métricas objetivas para las organizaciones. 

Lejos de ser ejercicios teóricos, estos simuladores —como PSRansom— ayudan a visualizar con precisión cómo se propagan los ataques, cómo se comportan frente a defensas automatizadas, y qué tan rápido pueden escalar dentro de una red mal protegida. 

De la reacción a la anticipación: el valor de pensar como el adversario

El consenso fue claro: el Red Team no solo expone fallos, sino que entrena a las organizaciones para resistir mejor. Obliga a salir del confort del checklist y entrar en la lógica del atacante. ¿Qué caminos alternativos hay hacia los datos? ¿Qué empleados son más vulnerables? ¿Qué ocurre si la protección perimetral cae? 

Para muchas organizaciones en etapas de rápido crecimiento, este tipo de aprendizajes no solo fortalece su ciberseguridad, sino también su competitividad. 

¿Por qué la formación en ciberseguridad es clave?

Porque la ciberseguridad ya no es un complemento: es una ventaja competitiva. Y programas como Incibe Emprende by Wayra están ayudando a que más proyectos tecnológicos, incorporen este enfoque desde el inicio. 

“No se puede defender lo que no se comprende desde dentro”. Joel Gámez en Incibe Emprende by Wayra 

Y hoy, más que nunca, es urgente comprender al enemigo para poder construir un entorno digital verdaderamente resiliente. 

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