La llegada de la m-health supone un gran beneficio para médicos y pacientes. Hoy os contamos un avance móvil con el que podemos seguir una dieta 2.0: además de llevar una alimentación adecuada y hacer ejercicio físico diario, ya es posible predecir el nivel de grasas que quemamos.
¿Cansado de oír que el desarrollo de las nuevas tecnologías está provocando un estilo de vida más sedentario? ¿Que la aparición de nuevos dispositivos móviles no hace más que afectar a nuestra salud? Investigadores japoneses vuelven a demostrar que muchas de esas afirmaciones no son ciertas, y que en realidad, nuestro smartphone puede ser el mejor aliado para ponernos a dieta y hacer ejercicio.
Un estilo de vida más saludable puede ser posible gracias a nuestros teléfonos móviles. O al menos eso han demostrado científicos de la mayor compañía proveedora de telefonía móvil de Japón, NTT Docomo. En su trabajo han logrado predecir el nivel de grasas quemado por una persona, mediante el uso de un smartphone y un dispositivo que mide el nivel de acetona de nuestro aliento.
Cuando alguien se somete a una dieta y a un programa de ejercicio físico estricto, muchas veces resulta decepcionante no saber si todos nuestros esfuerzos tienen o no éxito. Por ello, el dispositivo inventado por estos investigadores, que cabe en la palma de una mano, permite predecir el nivel de grasas que quemamos en realidad, y así ayudarnos a controlar nuestra rutina diaria de dieta y ejercicio.
Para comprobar la eficacia de ese sensor acoplado a nuestro smartphone, los científicos de NTT Docomo estudiaron si realmente funcionaba reclutando para el ensayo a 17 personas adultas con sobrepeso. Durante quince días, un tercio de los voluntarios practicó ejercicio diario, otro tercio realizó la misma práctica física acompañada de un menor consumo de calorías y, por último, el tercio restante mantuvo su estilo de vida habitual.
Antes del desayuno, los voluntarios debían medir el nivel de acetona de su aliento, además de comprobar su peso y nivel de grasa corporal. Durante las dos semanas que duró el estudio, aquellos participantes que llevaron a cabo el ejercicio físico y la dieta determinada por su médico, lograron perder peso de manera eficaz. Pero además, el dispositivo móvil ayudó a seguir este éxito de manera muy detallada. En otras palabras, el sensor acoplado al smartphone funcionaba, ya que servía para predecir el nivel de grasas que iban quemando los voluntarios.
En el futuro, el desarrollo tecnológico podría encaminarse a buscar otros públicos objetivos. Este podría ser el caso de pacientes aquejados de diabetes, ya que esta enfermedad, de no estar bien controlada, provoca que los enfermos tengan altos niveles de acetona en el aliento. Es decir, este avance no solo serviría para predecir el nivel de grasas quemadas, sino también como una buena herramienta de control médico.
Dentro de unos años, quizás podamos denostar definitivamente esa idea de que los nuevos avances tecnológicos son malos para la salud. Una vez más, los dispositivos móviles han demostrado que pueden provocar beneficios médicos muy importantes. La m-Health ha pasado de ser una utopía, a una realidad muy positiva para profesionales sanitarios y pacientes.
Imágenes | William Hook (Flickr)
