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Sergio, Adrián y el androide Arturito (R2D2), Talentum Startups en BitBrain

El androide, desarrollado mediante impresión 3D con un método low cost, es completamente funcional y está destinado a usos biomédicos.

Sergio Sota y Adrián Sánchez son dos jóvenes de Zaragoza de 21 y 22 años respectivamente, que han tenido ocasión de formar parte del programa Talentum Startups, acogidos en la empresa BitBrain, de la que os hablamos en blog Think Big hace ya unos días. Ambos cursan el último año de Ingeniería Informática, y su experiencia en la startup no podría haber sido mejor, según sus propias palabras. «El programa me ha encantado y me ha permitido hacer cosas que, de otro modo, no habría podido hacer. Ahora que está terminando siento pena, pero no me arrepiento de haberlo hecho», cuenta Sergio al respecto del programa.

Algo verdaderamente positivo de Talentum Startups es que genera en los chicos que forman parte del programa el instinto emprendedor. Les muestra que hay algo más aparte de la empresa tradicional, y que pueden desarrollar sus ideas con trabajo duro y esfuerzo.

La cuestión es que Sergio y Adrián, desde que entraran en BitBrain, han trabajado en un proyecto interno de creación y desarrollo de un androide. La particularidad del mismo es que ha sido creado íntegramente mediante impresión 3D y es completamente funcional. Actualmente ha sido desarrollada la cabeza y algo más de un brazo del androide, bautizado Arturito, en alusión al nombre en inglés del famoso androide R2D2 de la saga Star Wars. La impresora 3D utilizada para el proyecto es, asimismo, «casera». Uno de los miembros del equipo, gracias a uno de los planos con licencia abierta que circulan por Internet, se hizo con unos kits de desarrollo y la hizo por sí mismo. El coste del aparato ha sido de unos 400 euros. Todo un ejemplo de ingeniería low cost.

Las características del androide Arturito

El androide, como decimos, es perfectamente funcional por el momento. El brazo que ya está montado trabaja a la perfección con base en las órdenes que se le dan desde el ordenador. Realizado con plástico ABS y con un peso de 10 kilos, dicho brazo tuvo un tiempo de impresión pura y dura de entre 80 y 100 horas, lo que se traduce en que después de una semana cualquiera puede tener un brazo de androide impreso y preparado para ser montado. Adrián y Sergio han sido los encargados del montaje, un trabajo al que no estaban acostumbrados y con el que pudieron enriquecerse.

De cara a la programación, partieron de dos puntos diferenciados: configuración a bajo nivel de las placas Arduino, las encargadas de mover los motores del brazo; y software informático también a bajo nivel. Una interfaz gráfica por encima es lo que permite terminar el trabajo y hacer el brazo del androide perfectamente funcional.

Los usos que puede tener dicha prótesis son muy numerosos, y su integración con los prototipos de BitBrain son más que evidentes. Si, como os contábamos, BitBrain se especializa en neurociencia y neurotecnología, no sería extraño ver en el futuro esta clase de prótesis conectadas a un dispositivo neuronal cuyo resultado sería la perfecta sustitución de un miembro amputado por uno biónico, controlado a la velocidad del pensamiento y capaz de responder a los impulsos y estímulos del receptor. Con todo, la tecnología aún debe evolucionar mucho para que se alcancen esos objetivos.

Actualmente, Arturito ha sido concebido para actividades biomédicas y para la experimentación neuronal, a través de un análisis de los estímulos y respuestas entre una persona y el brazo, para determinar qué clase de señales cerebrales se llevan a cabo a la hora de mover un miembro.

Una prueba más de que la innovación y el desarrollo de la tecnología más puntera también está ocurriendo en el interior de nuestras fronteras y, en este caso, gracias también al esfuerzo de dos jóvenes Talentum Startups.

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