Poner el móvil en modo avión al momento del despegue o el aterrizaje de un vuelo no solo es una costumbre, sino una norma para muchas aerolíneas. Si viajaste por aire al menos una vez en tu vida seguro escuchaste el anuncio solicitando a los pasajeros que apaguen sus dispositivos electrónicos o, como mínimo, los coloquen en modo avión. La gran mayoría de los viajeros cumple estar orden sin interponer protesta, aunque también es cierto que desde hace muchos años se discute si la medida realmente sirve de algo. Un debate que da lugar a la polémica y que todavía está lejos de resolverse de forma definitiva.
Con el modo avión de nuestro móvil (o cualquier otro tipo de dispositivo conectado) sucede algo peculiar. En líneas generales, todos sabemos para qué sirve. También tenemos una idea bastante establecida de por qué se exige su uso en un avión, incluso aunque no seamos viajeros frecuentes. Lo curioso es que son los expertos en telecomunicaciones y seguridad aeronáutica los que no se ponen de acuerdo sobre si su uso es realmente necesario o efectivo.
Esta situación ha llevado a que se generen mitos o confusiones respecto de qué se puede hacer y qué no con un móvil u otros aparatos en un avión, o las consecuencias de no colocarlos en modo avión. Trataremos de esclarecer la realidad en este artículo.
Modo avión en el avión: el debate de la conectividad móvil en el aire

El modo avión es una función que lleva varios años disponible en cualquier móvil, sin importar que sea de gama baja, media o alta. Esta característica también dice presente en otros dispositivos como tablets, smartwatches, ordenadores y consolas portátiles, o incluso cascos de realidad virtual o mixta. Cuando lo activamos, sucede algo bastante sencillo: se suspende la transmisión de señales de radiofrecuencia. Esto significa que tanto la antena de conectividad celular como el WiFi y el Bluetooth dejan de funcionar.
Lo interesante aquí es que, si bien el modo avión anula las principales características de conectividad del móvil, es posible reactivar algunas de ellas individualmente. Es por ello que, por ejemplo, puedes tener el teléfono en modo avión y volver a encender el Bluetooth para conectar auriculares inalámbricos. O habilitar el WiFi para acceder a Internet o a la plataforma de entretenimiento a bordo para ver películas y series directamente desde tu dispositivo.
Dicho esto, si le preguntas a cualquier persona por qué piensa que las aerolíneas piden colocar el móvil y otros gadgets en modo avión al despegar o aterrizar, es muy probable que la respuesta suene al unísono: «Para evitar interferencias con los sistemas del avión». En muchos casos, es probable que quienes respondan a la consulta tengan un temor auténtico a que suceda algo calamitoso si no cumplen con esa solicitud.
Sin embargo, no existen indicios de que esto sea tan así. Contrario a lo que muchos pueden creer, no colocar el móvil en modo avión no hará que una aeronave se desplome en pleno vuelo. Aunque ello no significa que no existan preocupaciones por potenciales riesgos de seguridad durante procedimientos críticos como el despegue y el aterrizaje. Aun así, el asunto tiene puntos grises que evitan que se llegue a una conclusión determinante respecto de si es realmente útil, o no.
El problema podría estar en tierra, no en vuelo

El debate por las posibles interferencias no nació con la masificación del móvil, ni con la posterior implementación de un modo avión. La historia se remonta a comienzos de la década de 1960, momento en el que Estados Unidos prohibió el uso de radios FM en pleno vuelo. Con el correr de los años, el veto se extendió a todos los dispositivos electrónicos portátiles. En tanto que a partir de 1994 comenzó a aplicarse a los teléfonos móviles.
El dato interesante aquí es que, siguiendo con EE. UU. como caso, no es la Administración Federal de Aviación (FAA) la que prohíbe el uso del móvil en los aviones en vuelo, sino la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). Esto se mantiene a pesar de que los estudios vinculados con la potencial interferencia en los sistemas no han encontrado indicios firmes de que sean una amenaza real.
En 1996, la Comisión Técnica de Radio para la Aeronáutica (RTCA) concretó un estudio sobre el tema a pedido de la FAA. En este, no logró replicar ninguno de los reportes de supuestos fallos causados por dispositivos móviles. Fabricantes como Airbus y Boeing también hicieron pruebas por su propia cuenta sin dar con interferencias en sus sistemas.
Ya por entonces se concluyó que estas intromisiones no eran posibles debido a que los teléfonos operaban en bandas del espectro electromagnético diferentes a las utilizadas por las aeronaves. No obstante, desde la FCC sostuvieron que los aparatos sí podrían generar interferencias con las comunicaciones terrestres. La FAA finalmente acompañó esa postura, avalando la prohibición pero sin aplicarla de forma directa.
Modo avión en tu móvil al volar, ¿sí o no?

Con la llegada del móvil con modo avión, las aerolíneas ya no exigen que los dispositivos estén apagados, pero sí con la conexión celular desactivada. Esto significa que los pasajeros pueden usar el WiFi para conectarse al sistema de entretenimiento a bordo o la web, pero no la cobertura móvil.
En Europa la historia es algo diferente a Estados Unidos y otras regiones. Desde 2023 no es obligatorio activar el modo avión en el móvil. Esto se debe a que las aerolíneas europeas están autorizadas a instalar estaciones base 5G de corto alcance, conocidas como picocell, en sus aviones. En la teoría, esto da paso a que los viajeros usen sus propias conexiones en pleno vuelo. Sin embargo, la definición corre por cuenta de cada aerolínea.
Otro dato que arroja el repaso histórico del modo avión y su implementación en el móvil se vincula con los incentivos económicos de las aerolíneas. Antes del WiFi y el acceso a la web, las empresas ofrecían comunicaciones en pleno vuelo a través de teléfonos integrados en las butacas. Llamar desde el aire podía resultar conveniente en un caso urgente, pero era extremadamente caro. Según publicó ZDNet en 1999, el minuto de comunicación costaba unos 6 dólares, una cifra sideral para la época.
Esto llevó a la aparición de críticas contra las líneas aéreas por supuestamente usar la interferencia de los móviles como una excusa para vender su servicio telefónico en el aire. Claro que las compañías del sector lo negaron rotundamente y aseveraron que la prohibición a los dispositivos portátiles era una decisión enfocada en la seguridad, y nada más.
La palabra final es de las aerolíneas
¿Qué pasa con el modo avión en tu móvil al volar, entonces? ¿Es realmente necesario? Hay voces a favor y en contra, y ninguna tiene una respuesta definitiva. Existe una suerte de consenso de que es improbable que un avión se caiga porque alguien olvide su teléfono con la antena celular activada. Pero tampoco se ha podido descartar al 100 % que sea imposible que esto alguna vez traiga algún problema.
Así, entonces, el uso del modo avión en el móvil al volar podría calificarse como un «por las dudas» o un «mejor prevenir que lamentar». Lo bueno es que el acceso a Internet en pleno viaje aéreo ahora permite mantener niveles de comunicación que 15 años atrás eran impensados. Ya no solo es posible enviar correos, sino también WhatsApp o publicaciones de redes sociales, sin requerir de conectividad celular.
Es cierto que conectarse a través del WiFi del avión aún puede resultar caro. Sin embargo, son varias las aerolíneas que han dado un paso para masificar su acceso a través de soluciones más económicas, como Starlink. Es evidente que este asunto todavía genera bastantes discrepancias que no permiten tomar una decisión homogénea a nivel global. Y, como quedó claro, en las regiones donde la normativa es más laxa, la palabra final sigue siendo de las aerolíneas.








