La NASA se apoyará en el sector privado para un eventual viaje tripulado a la Luna, así como para la explotación de recursos en la superficie lunar.
La Luna posee una serie de recursos de gran valor para los vectores económicos que dominan la Tierra en estos momentos. A pesar de que desde el 20 de julio de 1969 que alunizara el Apolo 11, el hombre no ha vuelto a pisar la superficie lunar, la NASA parece convencida de la necesidad de explorar más a fondo los recursos de nuestro satélite. Sin embargo, dado el freno que echó Barack Obama al programa espacial, por considerarlo demasiado costoso, la agencia ha pensado que la mejor forma de avanzar es que las empresas privadas exploten los recursos de la Luna.
La iniciativa fue anunciada en el mes de enero y propone a las empresas privadas aprovechar los conocimientos de la NASA, así como a sus ingenieros y sus instalaciones, con el fin de construir robots lunares. Algunas de las misiones más recientes a la superficie de la Luna han descubierto evidencias de agua y otras sustancias a las que se les puede sacar partido.
Sin embargo, aún queda mucho por explorar para llegar a conclusiones sólidas. Para esto la NASA necesita más información y a ello no está dispuesto a contribuir el gobierno de Estados Unidos, al menos por el momento. La financiación, por tanto, se encuentra en las compañías privadas. Pero no a través de inversiones a lo Silicon Valley. Las empresas que trabajen con la NASA tendrán premio suficiente pudiendo acceder a la Luna y aprovechar sus recursos.
La agencia espacial ya colabora con varias compañías en la construcción y el diseño de herramientas y dispositivos, pero este trabajo está circunscrito a la Tierra. Hasta ahora ninguna empresa privada había hecho extensiva su colaboración más allá de la estratosfera. En 2013 la NASA ya tanteó el terreno a través de un acuerdo con Bigelow Aerospace para diseñar una base lunar. Esta primera prueba para involucrar al sector comercial en la exploración de la Luna ha transcurrido con éxito, pues ahora la agencia ha ampliado el programa. Incluso baraja que el próximo viaje tripulado a la Luna lo organice el sector privado, aunque tenga la participación de la NASA.
La superficie lunar tiene recursos de gran valor que pueden suscitar el interés de algunas industrias en nuestro planeta. Las reservas de helio 3 son un ejemplo de ello, un material escaso en la Tierra, pero con un gran potencial para servir de combustible en la fusión nuclear. Además existen 17 elemento químicos cuya demanda es creciente hoy en día, sobre todo por parte de la electrónica de consumo, y se pueden encontrar en el suelo lunar.
Imagen: Wayne Large