Desde 2008, se han invertido más de 500 millones de dólares en la investigación de bacterias para su uso como "medicamentos". Los trasplantes de microbios podrían servir para curar algunas enfermedades importantes.
A menudo asociamos a las bacterias con su «lado más negativo», en otras palabras, aquel relacionado con su papel patogénico provocando enfermedades como la neumonía o la tuberculosis. En esos casos nos olvidamos, sin embargo, de que estos microorganismos también cuentan con un rol muy positivo en nuestro organismo.
La conocida como flora intestinal se compone de millones de bacterias que nos ayudan a diario en la absorción de nutrientes de los alimentos. Su papel es fundamental para que nuestro sistema digestivo funcione a la perfección. En el caso de que consumamos antibióticos y que éstos alteren a estos microorganismos, podemos sufrir algunos problemas gastrointestinales.
Por este motivo, el papel que juegan las bacterias en nuestro organismo es fundamental para los seres humanos. La ciencia, además, ha conseguido dar un paso más allá, y recientes investigaciones tratan ahora de utilizar «trasplantes de microbios» como cura en algunas enfermedades.
En otras palabras, los científicos tratan de usar a las bacterias como los posibles medicamentos del futuro. Para ello, investigan el microbioma humano, compuesto por millones de microorganismos, y que puede alterarse con la aparición de algunas enfermedades o el tratamiento con diversos fármacos (como los ya citados antibióticos).
La idea es que en el futuro, las personas puedan recibir trasplantes de bacterias de una persona sana, para que así estos microbios puedan «colonizar» el organismo del paciente afectado, y así reestablecer la microbiota con la que contaba cuando estaba sano. Uno de estos casos de éxito lo protagonizó la investigadora Colleen Kelly, de la Brown University de Estados Unidos.
Su paciente sufría problemas gastrointestinales severos, ya que sus bacterias habían sido seriamente dañadas, y un microorganismo patógeno, Clostridium difficile, había aprovechado para «atacar». Dado que no había forma de administrar fármacos convencionales, Kelly pensó en realizar un trasplante de bacterias para tratar de reestablecer la microbiota normal que tenía su paciente cuando estaba sana.
En los últimos años, estas investigaciones de la microbiología clínica van teniendo un mayor protagonismo en la medicina. Algunas estimaciones hablan de una inversión superior a los 500 millones de dólares desde 2008 para utilizar bacterias como medicamentos. Y es que en cierta manera, «nuestro sistema digestivo es una auténtica fábrica de potenciales microorganismos útiles», como explica Justin Sonnenburg, de la Universidad de Stanford.
La participación de grandes empresas farmacéuticas, como Pfizer o Janssen, en los últimos estudios sobre el uso de estas bacterias, auguran un futuro muy positivo para los «trasplantes de microbios». Tal vez en los próximos años, nuestros médicos «nos receten microorganismos» en lugar de algunos medicamentos convencionales.
Imágenes | Sanofi Pasteur (Flickr), Nathan Reading (Flickr)