Hace unos días fallecía la norteamericana Stephanie L. Kwolek, quien en 1965 inventó el kevlar, un compuesto presente en objetos y artículos tan dispares como los neumáticos de los coches o la fabricación de los chalecos antibalas de los departamentos de defensa, debido a su alta resistencia. El kevlar también se utiliza en los trajes de los desactivadores de explosivos. Su descubrimiento abrió las puertas a la investigación de materiales tan resistentes.
De un tiempo a esta parte, el futuro en este tipo de tejidos pasa por la tela de araña. Según un estudio científico realizado por la Universidad Politécnica de Madrid, la resistencia de los hilos fabricados de forma natural por un colectivo de arañas de la especie argiope es diez veces superior a la de los aceros más resistentes de cuantos se conocen.
Estamos ante dos materiales primos hermanos en lo referente a usabilidad de los que existen múltiples curiosidades que desconocemos. Aquí van algunas de ellas.
– Una manta tejida a base de tela de araña sería capaz de detener un tren en movimiento. Un equipo de físicos de la Universidad de Leicester (Reino Unido) lo ha podido confirmar a partir de una escena de la película Spiderman que, visto lo visto, podría haber sido más real de lo que pueda parecer.
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Enfundado en un traje elaborado a partir de kevlar podrías resistir temperaturas de hasta 700 grados. De ahí que sea un compuesto que se utilice en los trajes ignífugos de muchos cuerpos de bomberos.
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La inventora de este material, Stephanie Kwolek, estuvo a punto de ser diseñadora pero finalmente se graduó en Química. Su decisión ha salvado muchas vidas, puesto que la mayoría de los chalecos antibalas están hechos en la actualidad con Kevlar. A pesar de ello, siempre se lamentó de no haber optado por estudiar bioquímica, opción con la que pensaba que hubiera salvado aún más personas.
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El kevlar está presente en productos que ni imaginas: velas de windsurf, fuselaje de aviones, guantes, tijeras para cortar fibra óptica, cascos, chalecos antibalas, cordones de zapatos, cuerdas de escalada, ruedas de coche…
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La tela de araña se utiliza para crear las cuerdas de los violines y, en contacto con el agua, se vuelve más resistente, por lo que se estudia como compuesto para elaborar un pegamento que pueda utilizarse a metros de profundidad.
Imágenes uberzombie / Matt Roberts
