Las personas que sufren insomnio ven cómo se altera su memoria y cambia su humor y rendimiento. ¿Por qué se produce y cómo afecta al cerebro?
Si alguna vez has padecido insomnio, sabrás lo difícil que es pasar largas noches en vela. Tras dar decenas de vueltas en la cama, intentar todo tipo de trucos para conciliar el sueño y especialmente, ver angustiado cómo pasan las horas en tu reloj de la mesilla, no consigues caer en los brazos de Morfeo.
¿Por qué se produce el insomnio? ¿Cuál es la razón por la que algunas personas no logran conciliar el sueño o bien no son capaces de dormir bien durante toda la noche, despertándose a horas demasiado tempranas? Para los afectados por este trastorno, resulta intrigante ver cómo este problema puede llegar a influir sobre su cerebro. Y es que si algo podemos tener claro es que tan importante es la calidad como las horas de sueño de las que disfrutemos.
Un sinfín de motivos detrás del insomnio
El insomnio está directamente influido por nuestros hábitos de sueño. En otras palabras, seguir malas rutinas (como acostarse cada día a una hora diferente, empeorar nuestras condiciones para dormir con demasiada luz o ruido) o mantener estilos de vida poco saludables (realizar poco ejercicio físico o consumir alcohol u otras drogas) pueden directamente alterar nuestra predisposición a dormirnos.
Existen también algunos problemas médicos que pueden condicionar la aparición del insomnio. Por ejemplo, sufrir dolores de espalda, padecer artritis, asma o trastornos endocrinos también altera nuestra facilidad para conciliar el sueño.
¿Qué ocurre en el cerebro de las personas que padecen insomnio?
Los afectados por el insomnio son conscientes de los problemas que provoca no conciliar bien el sueño: alteraciones en la memoria, cansancio, fatiga, mal humor… Dormir bien es imprescindible para tener un buen día, por lo que los insomnes tienen dificultades añadidas para mantenerse al 100% en su vida diaria.
Una investigación publicada por científicos del Hospital Johns Hopkins demostró diferencias en el cerebro entre las personas que dormían bien y las que padecían insomnio. En particular, aquellos individuos que tienen dificultades para conciliar el sueño presentaban una mayor neuroplasticidad y actividad en la corteza motora, la parte del cerebro encargada de controlar nuestros movimientos.
Como explicaba Rachel E. Salas, «el insomnio no es un problema nocturno, sino que se trata en realidad de un desorden que dura las 24 horas del día». En cierta manera las personas insomnes siempre tienen ese ‘interruptor cerebral’ encendido, lo que dificulta mucho que sean capaces de dormir con normalidad.
Y como muchos afectados por insomnio sabrán, la memoria es una de las funciones cognitivas más afectadas por la falta de sueño. Un estudio, publicado en la revista Sleep, demostró que la capacidad memorística de las personas insomnes se veía claramente perjudicada. La actividad neuronal implicada, por ejemplo, en modular la actividad cerebral de determinadas regiones de la mente y seleccionar lo que era importante de lo que no, se ve seriamente comprometida ante la falta de sueño.
Si alguna vez has padecido insomnio, es probable que hayas sufrido algunos de estos problemas. Sin duda, no dormir bien influye directamente sobre nuestra vida, demostrando la importancia de las horas de sueño sobre nuestro cerebro. Tratar en lo posible de mantener unos hábitos adecuados para caer en brazos de Morfeo será fundamental si queremos rendir al máximo al día siguiente.
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