diversidad oscura

El «lado oscuro» de la biología

La biología también tiene un lado "desconocido", el de la diversidad oscura. Este concepto puede ayudarnos a conservar mejor los espacios naturales.

La biodiversidad es conocida como el conjunto de especies que residen en un determinado hábitat. De este modo, podemos caracterizar las bacterias, animales o plantas que conviven en un espacio, determinar si están en peligro de extinción y en ese sentido, impulsar medidas para evitarlo.

En 2010, sin embargo, especialistas en ecología propusieron el estudio de la diversidad oscura, correspondiente a aquellas especies que ya no podemos observar, porque han desaparecido o no están. Evaluar desde una perspectiva ecológica qué especies hay y cuáles no vemos, podría permitirnos implementar nuevas medidas de conservación y cuidado de la naturaleza.

Un concepto físico para el estudio de la biología

La idea fue planteada por primera vez por el grupo de investigación de Meelis Pärtel, de la Universidad de Tartu (Estonia). Su equipo hizo un símil con un concepto relacionado con la física: la materia oscura. En el estudio de la cosmología, se considera que este tipo de materia ocupa una fracción dominante de la materia del universo conocido. La materia que vemos, sin embargo, representa sólo un pequeño porcentaje. Según los trabajos de Pärtel y sus colaboradores, algo similar podría ocurrir en biología.

diversidad oscura

De este modo, los científicos definieron la diversidad oscura como «el porcentaje de especies que no vemos en un determinado lugar, pero que podrían ser capaces de habitarlo dentro de ese pool regional». Estudiar los organismos que no están en un espacio natural específico puede resultar controvertido, pero según los autores podría ayudarnos a entender y cuantificar mejor la extinción de especies provocada por el ser humano.

Sin embargo, la extinción y los daños a determinados lugares naturales también puede afectar a la propia diversidad oscura y dificultar los trabajos no sólo de conservación, sino también de recuperación ambiental. Por esta razón, el grupo de Pärtel plantea que el estudio de la diversidad oscura nos ayuda a conocer mejor la presencia o la desaparición de determinadas especies en un hábitat. Como describieron en un artículo publicado en Folia Geobotanica, los análisis de la diversidad oscura permitirían estimar el éxito de medidas para restaurar y recuperar los espacios naturales, además de su propia vulnerabilidad.

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Las investigaciones realizadas en Estonia, que muestran completos mapas de la diversidad oscura del continente europeo, no han estado exentas de polémica. Varios especialistas en ecología, como el Dr. Juan José Ibáñez, han cuestionado la utilidad del término, pues lo describen como «atractivo» pero al mismo tiempo «confuso».

Por estos motivos, se necesitan más estudios que permitan determinar si, efectivamente, este «lado oscuro» de la biología puede ayudarnos a conocer mejor nuestros hábitats naturales, tanto lo que vemos a priori como lo que desconocemos.

Imágenes | flyupmike (Pixabay), Trends in Ecology & Evolution, vovan (Shutterstock)

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