Científicos de la NASA desarrollan un "ordenador químico". El dispositivo puede analizar muestras que indiquen la posible existencia de vida extraterrestre.
La búsqueda de vida extraterrestre ha protagonizado multitud de libros y películas de ciencia ficción. ¿Habrá seres vivos ahí fuera? ¿Serán parecidos a nosotros? Son algunas de las preguntas que nos hacemos mirando al cielo. Cuestiones que desde hace décadas también impulsan a los investigadores para identificar exoplanetas que puedan ser calificados como «mundos habitables».
La ciencia española también participa en proyectos de búsqueda de «otras Tierras», donde tal vez podamos hallar algún día vida extraterrestre. Lo hace con instrumentos como Cármenes o misiones europeas como CHEOPS. Al otro lado del «charco», la agencia espacial de Estados Unidos también emplea numerosos esfuerzos en la exploración espacial y en la investigación astrobiológica. Uno de los últimos proyectos de la NASA ha sido la presentación de una especie de «ordenador químico», desarrollado por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de Pasadena (California).
«Si estuvieras buscando signos de vida extraterrestre en otro mundo, quizás te gustaría llevar un dispositivo pequeño y portátil contigo». Esa es la filosofía que se esconde tras esta suerte de «ordenador químico», un laboratorio miniaturizado que analiza muestras asociadas a organismos vivos. Según los científicos del JPL, si el instrumento fuera enviado al espacio, sería el dispositivo con mayor sensibilidad de su tipo transportado fuera de la Tierra, y el primero en ser capaz de buscar aminoácidos y ácidos grasos, dos moléculas orgánicas relacionadas con los seres vivos.
Los investigadores del Jet Propulsion Laboratory esperan que este dispositivo pueda ser enviado algún día a Marte o Europa, el satélite de Júpiter. Su tamaño es similar al de un ordenador portátil, de ahí su peculiar denominación, pero funciona como un laboratorio de análisis químico. Como explica Fernanda Mora, «el sistema está configurado como una computadora normal, con diferentes aplicación con las que determinar la presencia de moléculas orgánicas». Los aminoácidos son «ladrillos» con los que se construyen las proteínas, mientras que los ácidos grasos son componentes fundamentales de las membranas de nuestras células.
Descubrir estos compuestos químicos nos ayudaría a hallar los primeros «indicios» -aunque no pistas definitivas- de la existencia de vida extraterrestre. El problema que presenta este «ordenador químico» es que necesita muestras líquidas para funcionar. Algo que resulta difícil en escenarios como el planeta rojo. Para solucionarlo, los investigadores pensaron en la tecnología que emplea una simple máquina de café, en la que el café molido se pone en un tubo con agua líquida y se calienta, de forma que obtenemos la taza de café con la que desayunamos a diario. De hecho, el instrumento Sample Analysis at Mars del robot Curiosity funciona de manera parecida, pero aplicando solo calor, no agua.
Al introducir la muestra acuosa en el ordenador químico, el dispositivo añade una marca fluorescente en caso de que haya aminoácidos o ácidos grasos, las moléculas que indicarían que en ese lugar podría haber vida extraterrestre. Estos compuestos pasan después a un microchip dentro del sistema, que separa las moléculas en función de su estructura química, para posteriormente analizar qué tipo de molécula es. Según Fernanda Mora, «esta es el primer paso para demostrar el desarrollo de un instrumento automático y completamente portátil que funciona en campo». ¿Será capaz de descubrir vida extraterrestre algún día? Solo el tiempo nos ayudará a responder a esta pregunta.
Imágenes | NASA Ames/JPL-Caltech (Wikimedia), NASA/JPL-Caltech II