El próximo año Intel lanzará sus nuevos chips para supercomputadoras, que ofrecen un rendimiento significativamente superior a los anteriores.
El mundo de los procesadores no detiene su evolución, cada año aparecen nuevos modelos, las fábricas ajustan sus procesos de fabricación, cambian las arquitecturas y, como resultado, smartphones, ordenadores y otros dispositivos renuevan su hardware. Uno de los sectores que también renueva cada cierto tiempo el hardware es el de la computación de alto rendimiento, lo que más comúnmente se conoce como supercomputadoras. El próximo año será uno importante para este campo, pues la nueva generación de chips para supercomputadoras de Intel llegará a estas máquinas.
Knights Landing es el nombre en clave de los nuevos chips para supercomputadoras de Intel, que pertenecen a la serie Xeon Phi. Se trata de un diseño nuevo que incrementa la capacidad de procesamiento, pero también viene con una memoria renovada y nuevas tecnologías orientadas al almacenamiento.
Las supercomputadoras se dedican a tareas pesadas y que requieren la puesta en juego de multitud de recursos, como la investigación científica, la predicción atmosférica o el análisis de inmensas cantidades de información. De ahí que necesiten una potencia muy superior a la de los dispositivos de consumo. No basta con juntar núcleos y núcleos de procesadores para crear un superordenador: cada uno de estos procesadores tienen que tener la mayor capacidad posible.
A este reto se le suma otro hoy en día, como es el de la eficiencia energética. La potencia que despliegan estas máquinas hace que el consumo eléctrico se dispare, con lo que uno de los objetivos de Intel con la nueva versión Xeon Phi ha sido incrementar la capacidad sin aumentar el consumo.
Estos nuevos chips para supercomputadoras llegarán en 2016 a los primeros modelos, como Cori, la máquina de 9.300 núcleos del Departamento de Energía de Estados Unidos, que se emplazará en el National Energy Research Scientific Computing Center de Berkeley. Otro de los posibles receptores del chip será Tianhe-2, el superordenador más potente del mundo, instalado en China y que actualmente usa la versión existente de Xeon Phi.
Knights Landing ofrecerá un pico de rendimiento de doble precisión de más de 3 teraflops y 8 teraflops en precisión simple. Estas cifras abstractas prácticamente equivalen a los valores que ofrecen algunos procesadores gráficos empleados en superordenadores de primer nivel, una comparación que constituye un logro para una CPU.
La memoria es uno de los puntos fuertes de Knights Landing, que cuenta con 16 GB de MCDRAM, capaz de ofrecer cinco veces más ancho de banda que la tecnología DDR4, que emerge ahora en el mercado de consumo.
Imágenes: Roger Smith e Intel