¿Será posible crear bosques "a la carta" a medio plazo? Un trabajo de la Universidad de Oviedo estudia pinos para adaptar las variedades en el futuro al cambio climático.
La Cumbre de París del pasado mes de diciembre logró un histórico acuerdo contra el cambio climático. Los 196 firmantes alcanzaron un consenso para luchar contra el calentamiento global, asumiendo como retos propios el no llegar al 1,5ºC de aumento de temperatura y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para superar estos desafíos, políticos e investigadores deben apostar por un futuro en el que se cumpla el progresivo abandono de los combustibles fósiles y el uso alternativo de energías renovables, además de despejar los interrogantes pendientes sobre el incremento del nivel del mar y el deshielo en las regiones polares.
Porque en la lucha contra el cambio climático, la ciencia juega un papel clave. Así lo han entendido también investigadores de la Universidad de Oviedo, cuyo trabajo se centra en el posible desarrollo de bosques «a la carta» con los que resistir mejor las variaciones que habrá en el clima del futuro. Los científicos asturianos han identificado diversos indicadores biológicos relacionados con la adaptación de los árboles a diferentes territorios.
Estos biomarcadores del pino rodeno, conocido técnicamente como Pinus pinaster, podrán ser usados en los programas de gestión y mejora forestal para asegurar la sostenibilidad de los bosques con el fin de estar preparados en la lucha contra el cambio climático. Al comparar estos indicadores biológicos en árboles procedentes de Francia, España y Marruecos, los investigadores comprobaron que existía una variabilidad del conjunto de moléculas en función del origen geográfico.
Estos datos, según el equipo de Luis Valledor, pueden servir para explicar «la mayor o menor tolerancia de los distintos ejemplares ante situaciones de estrés como la temperatura, la radiación ultravioleta o la escasez de luz». De esta manera, una vez que los científicos identificaran los biomarcadores, podrían generarse bosques «a la carta» seleccionando árboles con capacidad de adaptación a las diferentes condiciones geoclimáticas.
El trabajo, publicado en la revista Molecular Ecology, se centró en esta especie de pino por «su importancia tanto en la industria maderera y de pasta de papel como en las políticas de reforestación«, según fuentes de la Universidad de Oviedo. Pinus pinaster ocupa actualmente en España 1,8 millones de hectáreas y supone el 26% de la madera producida en nuestro país.
De acuerdo a los resultados, en el futuro podrían crearse bosques «a la carta» adaptados a las condiciones de cada región, unas conclusiones que según los científicos son trasladables a otras pináceas como Pinus sylvestris o Pinus radiata, e incluso a diferentes especies vegetales. Una investigación que muestra que contar con más información y datos puede ayudarnos a diseñar estrategias innovadoras contra el cambio climático.
Imágenes | Universidad de Oviedo