En los últimos años, el interés por aprender a reparar nuestros propios dispositivos ha crecido considerablemente. No se trata solo de una moda o una curiosidad técnica: es una forma de recuperar el control sobre los objetos que usamos a diario, de reducir la basura electrónica y de ahorrar dinero. Pero más importante aún, es una habilidad que muchos desean aprender, aunque no sepan por dónde empezar.
Frente a este escenario, están surgiendo iniciativas como Team Repair, una startup que propone algo muy concreto: enviar kits con equipos rotos a tu casa, junto con guías para que puedas adquirir habilidades de reparación tú mismo. Comenzaron con una propuesta educativa para niños, pero ahora también están considerando una versión para adultos. Su objetivo es claro: que cualquier persona, sin necesidad de conocimientos previos, pueda descubrir cómo funciona un aparato electrónico y cómo devolverlo a la vida.
Aprender a Reparar: una experiencia accesible para todas las edades
Team Repair se ha especializado en diseñar kits de reparación pensados para el público infantil. La dinámica es sencilla: los niños reciben en casa un aparato roto —por ejemplo, una consola de videojuegos— y una guía paso a paso. A medida que desmontan, diagnostican y arreglan el dispositivo, van aprendiendo también los principios básicos de ciencia y tecnología que lo hacen funcionar.
Este enfoque ha demostrado ser exitoso. Más de 12.000 niños ya han participado en el programa. El material ha sido probado y adaptado en colaboración con padres y educadores, con el objetivo de hacerlo comprensible, entretenido y efectivo.
La reparación deja de ser algo misterioso o exclusivo de técnicos. Con estas herramientas, cualquier niño puede aprender cómo se conecta un circuito, qué hace una batería o cómo identificar una avería. La satisfacción de ver un aparato funcionando de nuevo, gracias al propio esfuerzo, tiene un impacto directo en la confianza y el interés por el aprendizaje.
El interés adulto y la posibilidad de reparar en casa
Lo que ha sorprendido al equipo de Team Repair es que, cada vez que hablan de sus kits para niños, reciben una avalancha de comentarios de adultos que quieren participar también. Muchos aseguran que no les molestaría usar el kit infantil, ya que reparar una consola puede ser divertido a cualquier edad. Otros piden una versión más útil, que les permita reparar teléfonos, electrodomésticos o dispositivos que realmente utilizan en su vida diaria.
Esta demanda no es casual. Existe una necesidad real de adquirir habilidades de reparación entre personas adultas que han crecido en una cultura del reemplazo, donde lo más habitual es tirar lo que se rompe y comprar uno nuevo. Sin embargo, cada vez más personas quieren cambiar esto: desean entender cómo funcionan las cosas, ahorrar dinero, reducir residuos y tener independencia técnica.
Por eso, Team Repair ha abierto un formulario de expresión de interés. Están explorando cómo diseñar un kit pensado especialmente para adultos, que responda a estas inquietudes y que se desarrolle en colaboración con su comunidad. No solo se trata de qué tipo de aparatos reparar, sino también de cómo enseñar: ¿prefieres vídeos, guías impresas o ambas? ¿Te gustaría recibir un curso introductorio? ¿Te interesan más los dispositivos tecnológicos o los electrodomésticos del hogar?
El Derecho a Reparar: por qué debemos exigirlo a las marcas
Esta conversación sobre aprender a reparar dispositivos no puede separarse del debate actual sobre el derecho a reparar. Durante décadas, los fabricantes han diseñado productos que no pueden abrirse fácilmente, han restringido el acceso a piezas de repuesto y han dificultado las reparaciones para los usuarios comunes. Esta estrategia, conocida como obsolescencia programada (hacer que los productos tengan una vida útil limitada), no solo perjudica a los consumidores, sino que también tiene un alto costo ambiental.
El derecho a reparar es una exigencia global que busca obligar a las marcas a ofrecer manuales, piezas, herramientas y condiciones reales para que los productos puedan ser reparados por cualquier persona y no solo por servicios técnicos autorizados. Algunos países ya han aprobado leyes en este sentido, pero todavía queda mucho camino por recorrer.

Iniciativas como Team Repair son un complemento educativo fundamental para ejercer ese derecho. No basta con que las marcas permitan reparar: también necesitamos saber cómo hacerlo. Si las personas no tienen acceso al conocimiento ni a las herramientas necesarias, el derecho queda solo en el papel.
Aprender a reparar desde casa, con kits accesibles y bien explicados, es una forma concreta de ejercer este derecho. Es adquirir habilidades, ser más autónomo y contribuir a una cultura más sostenible y justa.
Reparar Está en Tus Manos
Gracias a proyectos como el de Team Repair, hoy es más fácil que nunca empezar a aprender cómo reparar dispositivos rotos. Ya no necesitas años de estudio, ni tener un taller equipado, ni conocimientos previos. Solo necesitas curiosidad, una guía clara y un dispositivo que puedas explorar sin miedo.
Mientras tanto, debemos seguir exigiendo a las empresas que respeten el derecho a reparar: que vendan productos accesibles, que ofrezcan piezas de repuesto y que faciliten el conocimiento técnico. Pero también está en nuestras manos tomar la iniciativa y aprender.
Si tienes hijos, puedes empezar hoy mismo con los kits infantiles que Team Repair ofrece para hacer en casa. Y si eres adulto y te interesa, ya puedes dejar tu interés para participar en el desarrollo de la versión para mayores.
Reparar no es solo arreglar un aparato: es recuperar el control, reducir el desperdicio y aprender algo valioso. Y ahora, está al alcance de todos.