Solo el 29% de las compañías cree que analizar la información puede suponer una ventaja competitiva
Tendemos a creer que las redes sociales solo son un instrumento para comunicarnos con nuestros amigos, familiares, conocidos… Error. Son mucho más que una nueva forma de comunicarnos, son una fuente constante de información sobre consumidores. Y en la era en la que vivimos, donde la información es poder, debemos aprender a aprovechar su potencial.
El hecho de registrar y medir los datos sociales no es una estrategia nueva. Según el último informe realizado por eMarketer en febrero de este año, “escuchar en las redes sociales puede ayudar a las marcas a conseguir información relevante”, analizando tanto los feeds directos de sus usuarios como otros externos. La cifra aún está algo lejos de analizar la realidad, cuando solo el 74% de las compañías recogen los datos de su propia web, o el 68% los de sus ventas. Una baza a favor de las empresas es que las redes sociales son algo muy nuevo y muchas de ellas aún se están adentrando en este mundo.
Eso sí, marcas no están muy convencidas de que los datos sociales puedan beneficiar realmente a las estrategias de la compañía: solo un 29% cree que los datos sociales suponen una ventaja competitiva.
Cómo conseguir estos datos
La forma más básica de escucha social es el monitoreo de las conversaciones sobre la marca en estas plataformas, pero es algo que muchas empresas por ahora no están haciendo. Se centran en analizar a los clientes a través de sus propios canales, y pierden de vista esta información que concurre en estas plataformas. E incluso de entre aquellas empresas que sí tienen en cuenta estos datos, solo un 40% considera que la información obtenida a través de este sistema es realmente procesable. La clave está en que, para poder utilizar esos datos sociales, la empresa no puede optar por una aproximación pasiva, sino que debe buscar de forma activa ese tipo de informaciones relevantes para su negocio, y debe saber cómo gestionar los datos, haciendo las preguntas pertinentes para hallar e interpretar los realmente significativos.
La clave del éxito está en analizar los datos
Cuando íbamos al colegio teníamos los libros de texto, más los apuntes que habíamos cogido en clase y los ejercicios que hubiéramos hecho, todo eso eran los datos en bruto. La semana antes del examen debíamos refinar toda la información y extraer su valor para sacar el máximo de ella y conseguir aprobar el examen. Esto es básicamente lo que deberían hacer las empresas con los datos que obtienen de las redes.
Las empresas se enfrentan a dos problemas básicos: por un lado, está la cuestión de los datos demográficos, que las marcas siempre han analizado con mucha atención. Pero en las redes sociales esta información resulta ser más compleja, ya que muchos usuarios no son reales. Por otro, tenemos el análisis del sentimiento, pero muchas veces resulta difícil efectuarlo, porque muchos programas aún no son capaces de interpretar los matices.
Para concluir, no es la suma de datos lo más importante, sino que será el análisis de éstos el principal factor diferencial de las empresas.
