La bici eléctrica Bolt no llega a ser una moto, pero tampoco es una bicicleta muy convencional.
Bolt Motorbikes no tiene producto en stock y los pedidos que se le encarguen ahora no podrá entregarlos en todo el año. Así está siendo su éxito con su extravagante bici eléctrica. La Bolt está a medio camino entre una moto y una bicicleta. Es similar los antiguos ciclomotores tipo vespino, tanto por la estrechez de la carrocería como por la velocidad que alcanza. Tiene pedales, eso sí, y está pensada para no consumir ni un mililitro de gasolina.
La movilidad eléctrica unipersonal está creciendo en los últimos años hasta el punto de que dispositivos que hasta ahora se habrían considerado simplemente como un juguete –es el caso del patinete eléctrico que tan de moda se puso en las pasadas Navidades– han adquirido una importancia más allá de la anécdota. Estamos hablando ya de medios de transporte, no solo de entretenimiento.
La proliferación de este tipo de vehículos, entre los que se incluye la bici eléctrica Bolt, está impulsada en parte por el incremento en la capacidad de producción de baterías. Estos componentes de ion-litio –pese a que funcionalmente no obtienen la duración que los usuarios desearían– se fabrican en masa, lo que ha conllevado a que se abaraten sus costes.
De ahí que tengamos baterías producidas más rápidamente y más baratas. Su densidad energética no ha dado el salto cualitativo anhelado para dar el empujón definitivo al medio de transporte que más lo necesita, el coche, ni siquiera para satisfacer la demanda del mercado de los smartphones. Pero mientras tanto otros dispositivos aprovechan la facilidad de obtención de baterías.
La particularidad de Bolt radica en la velocidad que llega a alcanzar, lo que la hace parecer una moticicleta, aunque lo lógico sería asimilarla a una bici eléctrica. Puede rodar a 64 km/h, aunque en ciudad es posible manejarla con un límite de 32 km/h interpuesto.
La duración de la batería es de 48 km en una ciudad llena de cuestas como San Francisco. Así lo aseguran desde la CNN, quienes han tenido la oportunidad de probar el vehículo. La puesta en marcha de Bolt es mediante una aplicación móvil. El usuario pulsa un botón en su smartphone y la bici se enciende, aunque si se queda sin batería en el móvil podrá introducir un código en la pantalla para desbloquear el motor.
Su precio no es económico, son 5.500 dólares, con lo que se sitúa en ese sector que se ha dado en llamar de ‘ecolujo’, al que también pertenece Tesla, cuyo cliente tiene un perfil de persona adinerada pero concienciada respecto al cuidado del medio ambiente.
Cargar la bici eléctrica se puede hacer a través de un enchufe normal (hablamos aquí de Estados Unidos), pero requiere un adaptador que cuesta 250 dólares.
Imágenes: Bolt Motorbikes
