Green Mountain es, por sus características medioambientales y entorno, el datacenter más verde del mundo.
Uno de los grandes problemas de los datacenters en el mundo es no sólo su consumo eléctrico, sino la externalidades que produce sobre su entorno. Normalmente, los clientes tienen que elegir entre empresas que, o bien priman la eficiencia energética, o bien ofrecen mayor capacidad y conveniencia. Sin embargo, a veces el entorno ofrece la facilidad de unir ambas partes en una, es decir, promueve que se den centros de datos que, cumpliendo su cometido, mantengan el respeto al medio ambiente. Es el caso de Green Mountain, en Noruega.
Aprovechando una antigua base de la OTAN y la cercanía al mar, Green Mountain ocupa 21000 metros cuadrados de espacio interior de la montaña en la isla donde se ubica, a 250 metros de profundidad. Gracias al agua constante que el fiordo proporciona a 8º C, la refrigeración tiene una temperatura constante ideal para un datacenter.
Además, el sistema de refrigeración lleva el agua desde el fiordo a la estación de refrigeración sin utilizar energía eléctrica (con la ayuda de la gravedad) y sin hacer uso de gases refrigerantes. Esto permite cumplir lo que prometen, ser un datacenter muy sostenible, y producir cero emisiones. Para ello utilizan los grandes recursos de energía hidroeléctrica que existen en Noruega.
Gracias a las antiguas puertas blindadas de la OTAN que permanecen en las instalaciones, Green Mountain también es un datacenter muy seguro y sus túneles subterráneos son la única manera de acceder para protegerse de actividad electromagnética y radiaciones. Por otra parte, el nivel de oxígeno no es tan alto como para que se produzca fuego, y por ello se monitoriza constantemente. Su tamaño no es gigante, pero sus 25 megavatios de consumo dan muestra de la gran cantidad de datos que se almacenan allí.
Para controlar toda la infraestructura, Green Mountain colabora con Schneider Electric, que provee de hasta 12000 puntos de control. Entre sus clientes podemos enconrar generalmente empresas noruegas, pero también grandes empresas europeas dedicadas a servicios como videojuegos o streaming.
Imágenes: Green Mountain.
