Hay dos elementos fundamentales que están haciendo que el concepto de Smart City cobre una relevancia especial. Por un lado, el proceso global de urbanización, y por otro, la gran revolución digital que estamos viviendo.
Cada vez está más claro que nuestra era se está convirtiendo en el siglo de las ciudades. Una gran cantidad de personas está pasando de vivir en zonas rurales a trasladarse a zonas urbanas, lo que está dando lugar a un gran proceso global de urbanización. Por otra parte, la revolución digital de los últimos años ha convertido nuestro planeta en un mundo hiperconectado. Esos dos factores hacen que las Smart Cities cobren más importancia que nunca.
En este contexto, mientras que en Europa esta tendencia puede suponer el uso de sus ciudades como plataformas de transformación digital socioeconómica, en Latinoamérica será una palanca que ayudará a sus urbes a superar retos, del mismo ámbito, que tendrán que afrontar en el futuro.
El objetivo final de las ciudades conectadas es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Desde aumentar la eficiencia de la prestación de servicios públicos, hasta mejorar las condiciones medioambientales o de la industria. Y las posibilidades van más allá, ya que la idea de que se conviertan en el eje fundamental de las políticas públicas cada vez cobra más fuerza.
Según el informe “Smart Cities. La Ciudad como plataforma de Transformación Digital. Una oportunidad para Europa”, elaborado por Telefónica, las ciudades como ‘plataforma’, deben facilitar sinergias, asegurar la interoperabilidad con otros servicios e impulsar la innovación a partir de plataformas abiertas. Para el Viejo Continente, se presenta una atractiva posibilidad de repetir el éxito del estándar GSM, consiguiendo establecer un mercado digital único de aplicaciones y servicios para todas las ciudades.
Para asegurar el liderazgo de estas ciudades, es necesario desarrollar unas áreas de trabajo desde Europa, que potenciarán una visión compartida de las Smart Cities. A ese respecto, recomendamos la lectura del monográfico de nuestros compañeros de Public Policy sobre Smartcities.
¿Qué necesita Europa para ser líder en Smart Cities?
Según el informe, el primer paso para la masificación y “desarrollo real” de las ciudades conectadas pasa por fomentar la puesta en práctica de proyectos piloto a gran escala de las mismas. Además, es necesario promover el desarrollo de soluciones relacionadas con Internet de las Cosas, para aplicarlas a las Smart Cities.
Como ya hemos comentado, otro punto imprescindible para la evolución de este concepto en Europa es el establecimiento de una infraestructura única y abierta, basada en un estándar de plataforma horizontal. FIWARE ya es la preferida entre muchas ciudades, desarrollada a partir de la iniciativa europea ‘Internet del Futuro’. Su objetivo fundamental es crear un ecosistema abierto en el que se facilite el diseño de aplicaciones digitales en diferentes sectores.
La financiación y aceleración de los proyectos relacionados con las Smart Cities es fundamental para que todas las start-ups y PYMEs dedicadas al sector puedan poner en marcha, evolucionar y lanzar sus proyectos, basados en productos y servicios para las ciudades conectadas, la mayoría basadas en IoT. Además, es necesario fomentar modelos de relación público-privados para gestionar más eficazmente la innovación y las acciones de asimilación.