Es necesario renovar ideas no sólo con el I+D de las empresas sino también con la innovación abierta
Las empresas punteras del sector alimentario español llevan años trabajando en un tipo de innovación continua y sostenible centrada por tradición en una concreta cartera de productos a partir de la cual procuran anticipar gustos y necesidades de los consumidores. Ese modelo está bien y sigue siendo necesario, pero en el actual entorno ya no es suficiente. Hace falta complementarlo con un sistema de innovaciones disruptivas, para lo cual las startups tienen mucho que aportar a las grandes empresas con sus ideas novedosas. De este modo la industria agroalimentaria será capaz de generar nuevos productos y de interpretar las necesidades y las tendencias del consumo, para poder adelantarse y poder ofrecer soluciones diferentes y eficaces.
En el marco de la charla organizada por Calidad Pascual para la presentación de sus premios Pascual Startup, Enrique García Agüera, director del Colegio San Gabriel apuntó: “Hay que pensar lo que el consumidor va a querer pasado mañana”. Así, emprendedores y expertos de empresas que colaboran en esta iniciativa de Calidad Pascual, como IBM y Telefónica Open Future_ debatieron sobre cómo se puede fomentar la innovación abierta y colaborativa en un sector tradicional como el de la agroalimentación.
Éste, es un sector en el que la exigencia de los clientes es cada vez mayor. Quieren productos buenos, sanos y en el menor tiempo posible desde que los demandan. Pero además de tener que ofrecer productos diferentes y experiencias únicas, los consumidores quieren información. Así, la innovación no sólo ha de analizarse desde el lado del producto sino que también hay que avanzar para satisfacer esas demandas, para lo que es necesario “renovar ideas no sólo con el I+D de las empresas sino también con la innovación abierta, que es complementaria” como asegura Valentín Fernández García, Director Global de Desarrollo de Negocio y Alianzas de Telefónica Open Future_. Y es que “si tu empresa no llega a los niveles de transformación que exige la situación actual hay que apoyarse en empresas pequeñas, que es lo que hace Telefónica con las startups de su programa de emprendimiento”, continúa Valentín.
Por otra parte, uno de los principales aspectos que han cambiado y que afecta tanto a las compañías de éste y de cualquier mercado es que: “Ya no sólo hay que mirar en empresas del propio sector sino que pueden llegar otras directamente y meterse en el propio mercado”, como certifica Juan Andrés Avilés Sánchez, Chief Technology Officer Enterprise Business de IBM. Y esto es algo para lo que “las empresas han de estar preparadas”.
Sin duda el gran reto para la industria agroalimentaria es conseguir tener una cadena de valor equilibrada entre agricultores, ganaderos, productores, distribuidores y demás actores del sector. Como comenta Óscar Manuel Hernández, director de Relaciones Institucionales de Calidad Pascual, conseguir ese equilibrio es uno de los objetivos que deben perseguir junto a ser capaces de satisfacer las demandas de nutrición, salud y calidad que exigen los consumidores. Y además hay que hacerlo respetando a la naturaleza.
Por último, Michael de José, director de Servicios TIC y Oficina Digital de Calidad Pascual, también defiende la colaboración entre grandes empresas y startups para conseguir productos innovadores, y en la misma línea que su compañero se muestra ilusionado y ambicioso: “Cuanto más disruptiva es una idea más difícil es llevarla a cabo, pero ese es el reto”.
Este post fue publicado originalmente en la web de Open Future_
