Constantemente leemos en las noticias sobre fugas de seguridad y brechas de información. Es algo que pasa constantemente en Internet y cualquiera puede ser víctima de ello.
Aunque suene un poco extremo, pareciera que tomar todo tipo de medidas de seguridad con nuestros smartphones y otros dispositivos, no fuese suficiente. No podemos saber si nuestros datos y contraseñas serán expuestos en la próxima gran brecha de seguridad, como el reciente caso de Ashley Madison. La realidad es que es bastante probable que nuestras contraseñas ya se hayan filtrado alguna vez en fuga de datos de la que ni nos hemos enterado. Lo bueno es que hay maneras de verificarlo para tomar medidas al respecto y evitar perder información importante o que un tercero nos robe nuestras cuentas.
Revisar si nuestro email ha sido comprometido
Una de nuestras cuentas más importantes en Internet es el correo electrónico. Existen varios sitios que nos pueden ayurdar a comprobar si nuestro e-mail y contraseña han sido compartidos en alguna de las listas de fugas de datos.
El primer sitio es ¿He sido hackeado?, el cual está en español y solo necesita que introduzcas tu dirección de correo para hacer una comprobación con las listas que ellos tienen en su base de datos. La web recoge fugas de datos compartidas en Pastebin, Slexy, Pastie y webs similares. Además, tienen información sobre las últimas brechas de seguridad verificadas. Esta web no guarda ningún tipo de registro sobre qué emails se consultan, funciona bajo SSL (https), lo que asegura que la comunicación con el servidor y cualquier contenido que visites se hará de manera cifrada y no le será posible a un tercero saber qué se está consultando.
Otras opciones son Have I Been Pwned? y BreachAlarm que no solo te permiten revisar si tu correo y contraseña han sido comprometidos sino que además tienen la opción de programar alarmas para que seas notificado inmediatamente si tu dirección de correo electrónico aparece en una nueva fuga de datos.
¿Qué hago si mi correo aparece en alguna de las listas?
Cambia tu contraseña por una nueva que sea lo suficientemente fuerte. Puedes usar estos trucos para crear una realmente segura y que sea fácil de recordar para ti. También puedes usar un administrador de contraseñas como LastPass, que te ayudará a generar contraseñas complicadas y las guardará para que no tengas que recordarlas. Y si la contraseña que tienes en tu e-mail está siendo usada en algún otro servicio en Internet, ve a cambiarla de inmediato para evitar poner en peligro tus redes sociales y otras servicios importantes.
