Una aleación de titanio y oro, desarrollada por la Universidad Rice de EEUU, se convierte en el material más duro logrado hasta la fecha.
¿Qué ocurre si mezclas titanio y oro? La respuesta a esta pregunta se encuentra en un experimento realizado en la Universidad Rice de Estados Unidos. El equipo dirigido por la Dra. Emilia Morosan consiguió diseñar una nueva estructura considerada como el material más duro hasta la fecha que es, al mismo tiempo, compatible con tejidos humanos. Sus resultados, publicados en la revista Science Advances, suponen un importante avance en el campo de la ingeniería biomédica y el desarrollo de nuevos implantes.
La búsqueda de nuevos materiales es una constante en investigación. Desde plásticos que se «reparan» a sí mismos hasta aerogeles creados a partir de papel usado, la ciencia trata de dar con nuevas estructuras y materias que sirvan para aplicaciones y utilidades en áreas tan variopintas como la medicina o la construcción. Incluso en los últimos meses se han implementado tecnologías innovadoras, como este «martillo de Thor», que sirve para estudiar materiales en condiciones extremas, similares a las que ocurren en el centro de la Tierra.
El logro conseguido por el grupo de Morosan permite obtener el material más duro hasta hoy, cuatro veces superior a la que presenta el titanio. Según describen en su trabajo, también cuenta con un reducido coeficiente de ficción y biocompatibilidad, una característica que les permite asegurar un hipotético uso en el futuro como materiales en implantes médicos, prótesis ortopédicas y dentales. Además, su capacidad de adherencia a materiales cerámicos puede reducir su peso y el coste de desarrollar este tipo de sistemas.
El material más duro, conocido químicamente como beta-Ti3Au, es fruto de una aleación entre el titanio y el oro. El estudio publicado en Science Advances señala que su desarrollo abre la puerta a crear materiales biocompatibles más resistentes. Estas propiedades han llevado a la Dra. Emilia Morosan a afirmar, en declaraciones a la BBC, que permitirá fabricar los materiales de la próxima generación y extender, por ejemplo, la vida útil de los implantes dentales y las prótesis.
Asimismo, el equipo de la Universidad Rice de Estados Unidos cree que esta aleación de oro y titanio podría servir en la industria de la perforación, de artículos deportivos y de otras diferentes y potenciales áreas, teniendo en cuenta su dureza y biocompatibilidad. El material más duro conseguido hasta la fecha presenta una estructura cúbica, en la que los átomos de oro y titanio se disponen de manera regular al alcanzar elevadas temperaturas. El titanio era hasta ahora el único metal sobre el que el hueso podía crecer alrededor con firmeza, de forma que contaba con numerosas aplicaciones en medicina y odontología. Este material podría servir a partir de ahora como complemento de sus múltiples utilidades.
Imágenes | Robert Gougaloff (Wikimedia), Coronation Dental Specialty Group (Wikimedia)