Si alguien todavía se pregunta cómo es posible que desaparezca una música que se añade a un vídeo subido a YouTube, la respuesta tiene nombre: Content ID.
A muchos os habrá sucedido que habéis creado un vídeo con fotos o un montaje audiovisual de cualquier tipo y os parece que lo que mejor encaja es una canción de algún artista famoso. Seguro que lo primero que os viene a la cabeza es una canción que ya solíais escuchar antes de crear el vídeo. Así que hacéis el montaje con la canción de vuestro artista favorito y lo subís a YouTube, pero la música que habéis añadido desaparece. Incluso si previamente la habíais remezclado o habíais añadido algún tipo de efecto de sonido. No importa. La plataforma de vídeos más grande del planeta cuenta con una tecnología propia denominada Content ID que fue concebida para beneficio de los creadores. El contenido que crean tiene un precio.
La mejor manera de que se respete la propiedad intelectual
Este software consigue identificar los documentos audiovisuales que no gozan de derechos de autor y, a pesar de ello, se han subido a YouTube por un usuario distinto al que ha creado el contenido. Como si de un ser humano se tratase, los vídeos y las canciones cuentan con un sello identificativo que las hacen susceptibles de ser rastreables y Content ID se asegura de que los creadores no pierdan la pista de prácticamente ninguna de sus obras. Lo más interesante es que los propietarios de los derechos pueden decidir en cuanto a lo que sucede con sus creaciones. La mayoría de los dueños de los derechos elige monetizar los beneficios que reportan sus vídeos o canciones gracias a la publicidad.
Sin embargo, existen otras tres opciones para los creadores: una es bloquear el contenido a otros usuarios; otra es silenciar el audio si se tiene los derechos de esa música, y finalmente se pueden limitar a conocer únicamente lo que sucede con sus obras. Muy pocos eligen esta última opción, ya que no resulta muy atractiva teniendo en cuenta las tres posibilidades anteriores. Los propietarios de los derechos desempeñan un papel muy importante debido a que proporcionan una base de datos, la cual sirve de referencia para saber si alguno de estos archivos está siendo empleado en otro contenido de manera no autorizada. Así que, básicamente, gracias a Content ID, son los creadores los que se responsabilizan de lo que sucede con su creación.
Una inversión justificada
Son muchos los artistas internacionales que han formulado quejas por el actual modelo de protección del derecho de autor en Internet. Referentes del mundo de la música como Paul McCartney, U2, Taylor Swift o Kings of Leon luchan por un modelo que proteja verdaderamente los derechos de propiedad intelectual de los músicos. En este momento, está teniendo lugar una guerra entre los creadores y el canal audiovisual, ya que los primeros exigen más dinero para reforzar sus carreras y este último no consigue evitar que cantantes o grupos pierdan su negocio porque su música se escucha gratis a través de Internet.
A pesar de la iniciativa de YouTube por proteger a los creadores de contenido mediante esta tecnología que nació hace casi diez años, es fácil encontrar en este canal canciones que están siendo usadas sin reportar beneficios a los propios autores. Con lo cual, parece que Content ID no es suficiente hoy en día, al menos eso piensan muchos artistas internacionales. O quizá el problema es la legislación que se refiere a la propiedad intelectual, que parece favorecer a las compañías tecnológicas antes que a los creadores. Todo depende desde el punto de vista del que se mire, pero una cosa es segura: en el mundo de las tecnologías de la información es muy difícil evitar que música y vídeos se reproduzcan y descarguen libremente a través de Internet. Está teniendo lugar una batalla entre dos bandos que luchan por sus intereses, y por el momento Content ID es el único mediador.
