El 31 de octubre tiene lugar la fiesta de Halloween, una fecha en la que se decoran calabazas y la gente se disfraza para celebrarlo.
Disfraces con personajes que provocan terror, brujas y calabazas adornando escaparates y máscaras cubiertas de sangre. Son los claros indicativos de que, un año más, Halloween ha pasado por la ciudad. La fiesta, que tradicionalmente se ha creído importada de Estados Unidos, regresa cada 31 de octubre rodeada de críticas y aplausos. Para celebrarlo, en Think Big recopilamos algunas curiosidades sobre esta festividad.
El origen de Halloween
Muchos piensan que Halloween nació en Estados Unidos, donde aún goza de una gran popularidad. Sin embargo, la fiesta hunde sus raíces en la cultura celta. Esta civilización celebraba el Samaín para conmemorar el fin de la temporada de cosecha y la llegada de la estación sombría, el invierno. Los celtas también creía que, durante esta fecha, la frontera entre los vivos y los muertos se diluía, por lo que los espíritus podían regresar a nuestro mundo.
Para disuadir a aquellos de carácter maligno, utilizaban máscaras y trajes similares a los disfraces que muchos llevarán durante la noche de Halloween. En el siglo XIX, los irlandeses llevaron esta tradicional fiesta a EEUU, por lo que podríamos decir que la celebración hizo un viaje de ida y vuelta. De hecho, el término Halloween procede de la contracción ‘All Hallows’ Eve’, que significa “víspera de Todos los Santos».
¿Por qué la sangre es roja?
Si tu disfraz incluye restos de sangre, lo normal es que utilices pintura de color roja para recrear este fluido biológico. Pero, ¿por qué tiene esta apariencia encarnada? En el caso de los vertebrados, según explican desde la Universidad de Salamanca, la hemoglobina de los glóbulos rojos o eritrocitos se encarga de dar esta tonalidad rojiza.
Sin embargo, diversas circunstancias pueden alterar este color. Por ejemplo, si existe intoxicación por monóxido de carbono, la hemoglobina no puede transportar oxígeno, de forma que la sangre adquiere una coloración roja oscura. En el caso de que tomemos ciertos medicamentos, este fluido puede tornarse verdoso o marrón-chocolate si nuestros niveles de hierro son demasiado elevados.
¿Te dan miedo los payasos? Es normal
El miedo a los payasos es conocido como coulrofobia, aunque el término no haya sido aceptado todavía por la comunidad científica. La moda de disfrazarse de payaso para dar sustos, según explica Rocío Pérez en El Confidencial, procede de Estados Unidos y se explica siguiendo el fenómeno del «valle inquietante». Así, objetos con apariencia humana puede generar una sensación de inquietud o incluso terror, al igual que sucede con los robots humanoides.
Malas experiencias en el pasado, la imprevisibilidad que provoca no saber cómo reaccionará un payaso o una cuestión relacionada con el cine, como recuerda la periodista, son factores que explican los temores que pueden generar este tipo de disfraces. Por si acaso te cruzas con algún personaje de este tipo en Halloween, el miedo es completamente normal.
¿Las brujas de la Edad Media volaban?
Calabazas, payasos y brujas son algunos de los elementos imprescindibles durante la noche de Halloween. Si alguna vez te has preguntado por qué las brujas aparecen en escobas voladoras, la razón es realmente curiosa. Según explica Abel Pharmboy, durante la Edad Media se tomaban muchos compuestos que, una vez extraídos de determinadas plantas, presentan efectos alucinógenos. Entre otros, la belladona, el beleño, la mandrágora o el estramonio.
Es posible que algunas mujeres untaran en los palos de las escobas compuestos de este tipo que se absorbían rápidamente a través de la mucosa vaginal. Los relatos de la primera joven acusada de brujería, Alice Kyteler, lo dejan meridianamente claro. Muchos compuestos de este tipo, como la hioscina, no sólo provocarían adormecimiento, sino también fantasías relacionadas con vuelos, viajes abruptos o bailes frenéticos. De ahí que las brujas fueran recordadas volando a bordo de sus escobas.
¿Tiene sentido que los murciélagos provoquen pavor?
Los payasos no son los únicos que provocan miedo en la noche de Halloween. También lo hacen los famosos murciélagos, los únicos mamíferos voladores que dominan el espacio aéreo. Aunque muchas veces sobrevuelan nuestras cabezas, estos seres vivos conforman un grupo muy amplio y diverso.
Los murciélagos se han relacionado con la propagación de enfermedades peligrosas, una característica que podría explicar el recelo e incluso miedo que pueden llegar a provocar. Tal y como explica el microbiólogo Ignacio López Goñi, estos mamíferos se relacionan con la transmisión de infecciones víricas tan importantes como la rabia o el ébola. Quizás eso haya calado en la cultura popular hasta el punto de que estos seres vivos causen una sensación de terror cuando los vemos. Una curiosidad, sin duda, que viene como anillo al dedo para explicar en una fiesta como Halloween.
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