El tejado solar de Tesla costará igual o menos que uno convencional. Esto es lo que ha asegurado Elon Musk y ha dado algunas razones.
Las apariciones públicas de Elon Musk acostumbran a traer cola en los medios y en las redes sociales. El CEO de Tesla, de SpaceX y cofundador de varias empresas consideradas punta de lanza en su sector ha vuelto a remover las aguas de Internet al asegurar que el tejado solar de Tesla costará lo mismo o menos que uno convencional. Musk habla aquí de precio de venta al público. No se trata de un cálculo en el que se incluye la cantidad de energía que generarán las tejas y cuyo coste, por tanto, se ahorrará el usuario.
El tejado solar de Tesla se ha presentado en un momento en el que el fabricante de coches eléctricos tiene entre manos la absorción de SolarCity, cofundada también por Musk. El responsable de la marca de coches eléctricos dio a conocer su batería Powerwall, para almacenar energía en hogares el pasado año, con lo que anunciaba de facto su entrada en el mercado del autoconsumo energético.
No es una rama ajena a la actividad tradicional de Tesla –donde la batería es una parte clave– pero sí un nuevo nicho de mercado. La presentación este año de una segunda generación de la batería para los hogares se ha acompañado de un paso más allá. El tejado solar de Tesla es el complemento comercial que la compañía necesitaba para arropar a su batería.
La primera duda que surge es su precio. Cubrir todo el tejado de una chalé con tejas que generan energía solar suena muy bien pero nada barato. Sin embargo, Musk ha hecho una afirmación de las suyas, una de esas píldoras de estupor a las que nos tiene acostumbrados el magnate. Asegura el CEO de Tesla que las tejas solares costarán lo mismo o menos que las que componen los tejados convencionales.
Los argumentos que ha dado Musk son dos principalmente y tienen que ver sobre todo con el transporte. La fabricación de tejas convencionales, de cemento –la típica teja oscura– o de cerámica –la llamada teja árabe–, es eficiente. Los materiales son sobradamente conocidos y se ha logrado una producción a escala que resulta económica. Su transporte a la obra ya es otro cantar.
Musk apuntó que el transporte de las tejas convencionales, de cemento y cerámica, es muy ineficiente. Sin embargo, las tejas solares (hechas de cristal) pesan un 80% menos. Gran parte del precio final de venta de las tejas convencionales provendría de sumar los elevados costes de transportar a grandes distancias todo este peso.
El otro argumento de Musk parte de que los materiales convencionales son más frágiles que los que usa Tesla. Durante el transporte e incluso en otras fases, antes de la entrega del producto, muchas tejas se parten. Todas estas se pueden dar por perdidas y tienen que ser reemplazadas con otras nuevas, con lo que su coste pasa a ser el doble.
Además, las tejas de Tesla no estarán hechas de materiales caros. “El cristal es básicamente arena”, señalaba Musk. Y la arena es barata, claro. En cuanto a la tecnología solar que integrarán, lo cierto es que esta ha visto cómo su precio se reducía de forma importante en los últimos años. Con datos del Lawrence Berkeley National Laboratory, de la Universidad de California, el vatio de capacidad solar pasó a costar de 7 dólares en 2010 a 4 dólares en 2015 para el mercado residencial.
Imágenes: Tesla
