2017 va a dejar avances significativos en pocas áreas, pero las tecnologías inalámbricas sí van a mejorar enormemente.
Cuando el final de 2016 se acercaba, los pronósticos para 2017 no eran muy favorables en cuanto a avances tecnológicos. La industria, sobre todo la móvil, se encuentra en un punto de estancamiento ni bueno ni malo, sino normal después del ritmo de crecimiento acontecido desde 2007. El nuevo año, sin embargo, va a traer finalmente más sorpresas de las que esperábamos. Algunas las veremos en una semana en el MWC de Barcelona, pero otras van a llegar paulatinamente, y serán inalámbricas.
LTE Gigabit
El LTE Gigabit es, como el resto de tecnología que veremos hoy, una versión nueva de algo ya existente y de lo que disfrutamos día a día. Las redes 4G llegaron a España en 2013, y desde entonces no han parado de extenderse a lo largo del país, y lo mejor es que no sólo en cobertura, sino en velocidad. Del LTE pasamos al LTE-Advanced, y lo próximo es alcanzar velocidades de 1 Gbps, más rápidas que la fibra de la que disfrutamos en casa. Los avances son enormes, y del streaming en 1080p pasaremos rápidamente al de 4K, con velocidades como 40 MB/s de manera sostenida.
El LTE Gigabit abre la puerta al 5G y generará un transición muy suave hacia éste, que se espera en 2020. No sólo se trata de más velocidad, sino de favorecer nuevos usos, como utilizar aplicaciones sin que estén instaladas, o poder depender menos del espacio de almacenamiento interno. La gran novedad en este sentido es el módem X16 de Qualcomm, que permitirá disfrutar de esto en los terminales que lleguen con el Snapdragon 835.
Bluetooth 5.0
Bluetooth 5.0 es otra de las grandes tecnologías inalámbricas que iteran este año, ofreciendo el doble de velocidad y un aumento del caudal de datos del 800%. Se convierte, gracias al primer dato, en un estándar capaz de transmitir datos a una velocidad similar a Wi-Fi 802.11n. El principal beneficiado será la casa conectada, pero también los smartphones, que ahora podrán hacer tethering sin depender del Wi-Fi, con mayor eficiencia energética.
La gran crítica a Bluetooth 5.0 es que no mejora en un aspecto clave y muy demandado, el emparejamiento y la gestión del audio, para lo que marcas como Apple han tenido que desarrollar chips propietarios como el W1.
Un año cargado de novedades para Wi-Fi
En las redes domésticas, el estándar Wi-Fi nunca ha tenido ni tendrá rival, y este año será otra de esas tecnologías inalámbricas que mejoran, y por partida doble.
El primero, que ya está disponible y al que sólo le queda extenderse, es el conocido como Wi-Fi AD, también conocido como WiGig, que está enfocado en mejorar la transmisión en espacios cortos, como por ejemplo una pantalla y un dispositivo emisor mediante un protocolo inalámbrico. Para ello se utilizará la banda de frecuencias de 60 Ghz, gracias a la que en muchos casos, podemos decir adiós a cables de vídeo y datos, y crear redes internas entre terminales con Wi-Fi Direct que permitan compartir contenidos multimedia a la velocidad de la luz (hasta 100 Gbps en un futuro lejano).
El segundo en discordia es 802.11ax, un sucesor del Wi-Fi ac, sobre las cuales promete una mejora en velocidad de hasta 4 veces, con gran foco en mejorar en campos como la saturación de la red y la gestión de los accesos múltiples, desde el punto de vista del router.
