Una investigación de la compañía estadounidense ha demostrado que un átomo sirve para almacenar lenguaje binario.
La clave para poder almacenar datos digitales en un sistema es que este pueda tener una configuración binaria. Así es posible grabar los 0 y 1 necesarios para cifrar la información. Es una tarea que parece difícil lograr en un átomo, que no es otra cosa que la mínima expresión estable de la materia. Sin embargo, un equipo de científicos de IBM ha logrado introducir datos en un átomo. El resultado ha sido que han conseguido leer y escribir información en un cuerpo atómico.
Para la tarea los científicos de IBM han usado un átomo de Holmio. Este se coloca sobre una capa de óxido de magnesio y, de esta forma, es magnéticamente biestable. Es decir, el átomo dispone de dos estados estables, cada uno con diferentes configuraciones de rotación de los electrones.
Los científicos de IBM le han aplicado una corriente a este conjunto. ¿El resultado? El chorro de electrones que golpea provoca que el Holmio cambie el estado de rotación de sus electrones. Como este átomo tiene dos estados estables de rotación de sus electrones, solo puede pasar a la otra configuración. Este sería el proceso de escritura.
Estas dos configuraciones estables tienen, por supuesto, dos perfiles de conductividad distintos. Y esto lo pueden detectar los investigadores de IBM al aplicar una corriente menor. Dependiendo de la resistencia que ofrezca el átomo a esta segunda corriente se conoce en qué estado se encuentra. Aquí se está leyendo la información.
Así, un solo átomo de Holmio se puede emplear para almacenar un 0 o un 1. En el experimento, se usaron dos átomos para crear las cuatro combinaciones binarias posibles entre ellos (00, 01, 10, 11).
En busca de un almacenamiento eficiente y de futuro
Al lado de investigaciones como la de IBM, el desarrollo para traer al plano comercial soluciones como la 3D NAND , una mejora sensible en capacidad respecto al flash tradicional, parece pequeño en comparación. No por el trabajo en sí sino por los objetivos de uno y otro proyecto.
La iniciativa 3D XPoint, de Micron, con la que pretende emplear memoria no volátil para un almacenamiento permanente , también forma parte de las soluciones con visos comerciales. Y, pese a su ambición (sería 10 veces más densa que una DRAM y 1.000 veces más rápida que el flash), esta no se puede comparar con el aumento de capacidad que proporcionaría almacenar datos en un átomo.
Tampoco tienen punto de comparación con los proyectos que apuestan por la estructura del ADN como envase. Ya ha habido proyectos en este sentido y es otra de las propuestas para alcanzar una mayor densidad.
Sin embargo, tanto el trabajo de IBM como el almacenamiento en estructura helicoidal están en fases prematuras. Antes de que lleguen tendrán que hacerlo las otras tecnologías, menos futuristas, pero más plausibles. Y, desde luego, también estas representan un salto de calidad en la conservación de los datos.
Imágenes: Patrick Brosset, Srudeep Ready