La NASA muestra las primeras imágenes del nuevo sistema solar descubierto el pasado 22 de febrero, donde pudimos apreciar siete planetas similares a la Tierra que orbitan alrededor de la estrella Trappist-1.
A finales de febrero, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, más conocida como NASA, anunciaba uno de los hallazgos más importantes de la historia: el descubrimiento de un sistema planetario a 40 años luz de la Tierra. Supone uno de los acontecimientos más relevantes, puesto que hay un total de siete exoplanetas de tamaño similar a la Tierra orbitando una misma estrella que aún están por descubrir. Los científicos detallan que tres de estos planetas, los que se encuentran más cercanos a su estrella, podrían contener agua y, por tanto, ser habitables.
¿Hay vida en otros planetas?
Fue el principal interrogante tras la rueda de prensa de la NASA. Este acontecimiento ofrece, por primera vez, una misión clara a los astrónomos para buscar vida extraterrestre en los próximos años. El equipo de investigadores ha denominado al sistema de exoplanetas como Transiting Planets and Planetesimals Small Telescope (Trappist -1), por el telescopio robótico que inició las observaciones en 2010.
Trappist -1 es una estrella “enana ultrafía” que tiene un radio equivalente a un 12% del sol y una temperatura superficial de, aproximadamente, 2.300 grados centígrados; mientras que nuestro sol tiene 5.500. ¿Cuándo comenzó todo? En mayo de 2016 los investigadores descubrieron tres de los exoplanetas que conforman Trappist-1 pero no pudieron observar directamente los planetas.
Fuente: NASA
Estudio de sus atmósferas
Los exoplanetas podrían ser rocosos pero se necesitan más investigaciones para ver si existe agua en estado líquido, ya que la masa del último exoplaneta descubierto aún no ha sido identificada. “Lo más estimulante es que estos planetas son adecuados para estudiar sus atmósferas en detalle”, declaró en una rueda de prensa el astrofísico de la Universidad de Lieja (Bélgica) y primer autor del proyecto, MichaëlGillon.
Según las combinaciones de gases que se detecten, “nos indicaría con una confianza de hasta el 98%” que allí hay actividad biológica.
Tres de los planetas se encuentran en la zona habitable de la estrella donde la temperatura es idónea para que exista agua líquida. Después, los otros tres planetas próximos a la estrella el calor es demasiado alto para que pueda haber agua líquida. Por último, en el planeta más alejado hace demasiado frío.
Imágenes reales del sistema
Desde el anuncio del descubrimiento sólo hemos podido observar recreaciones de estos nuevos mundos. Recientemente, la NASA nos ha mostrado la imagen real y en movimiento de la estrella ‘Trappist-1’ proporcionada por el telescopio espacial Kepler.
Las imágenes muestran la cantidad de luz detectada por cada píxel en una sección de la cámara del telescopio espacial Kepler, tal y cómo ha explicado la NASA en un comunicado. Los siete planetas no han sido directamente visibles para el telescopio espacial, pero sí han podido detectar pequeñas variaciones en el brillo de la estrella cuando sus planetas cruzan, provocando oscilaciones en su intensidad.
Al tratarse de un sistema solar más compacto, los planetas cruzan a menudo por delante de su estrella. Esto significa que, durante su órbita, disminuye el brillo del astro y ese momento es detectado por los telescopios en una técnica que se denomina tránsito.
Desde que anunciaron la posible existencia de tres planetas en ‘Trappist-1’, el telescopio Kepler comenzó a tomar imágenes y a revisar cada rincón, y, tras 79 días de observación del nuevo sistema, la NASA ha puesto los datos tomados a disposición de científicos y astrónomos aficionados para trabajar y descubrir más novedades de este nuevo mundo.