Cada vez hay más empresas que comercializan ruedas para convertir tu bici en eléctrica con solo cambiarle esta pieza.
La movilidad urbana pasa por el transporte eléctrico. Por ahora este tipo de vehículos son solo una tendencia, pero se espera que vayan a más. No solo los coches –y también las motos– se enmarcan dentro de un nuevo modelo de transporte. Las bicicletas son otro de los vehículos que tendrá una gran presencia en las ciudades a partir de los próximos años. Desde luego se trata de un medio ecológico, además de saludable, pero no todas las ciudades son aptas para bicicletas.
Uno de los problemas en la adopción de la bici como medio de transporte urbano es salvar los desniveles. En ciudades planas la bicicleta se usa mucho más porque no existe la barrera de entrada del esfuerzo físico. Y es que el hecho de que este medio sea saludable tiene sus contrapartidas. Cuando las pendientes son pronunciadas, no toda la gente está dispuesta a pedalear. Menos aún si el punto de destino es cualquiera donde necesites estar presentable. Si a una cuesta arriba trabajosa le sumas el calor del verano el final solo puede ser una ducha.
Sin embargo, las bicicletas eléctricas combinan las ventajas del deporte y la movilidad que facilitan los vehículos eléctricos. El problema es su elevado precio y que mucha gente ya tiene una bicicleta, ¿para qué comprarse otra? La respuesta a este interrogante lo están empezando a dar algunas empresas en forma de producto comercial.
Se trata de ruedas capaces de convertir tu bici en eléctrica con solo cambiarle esta pieza. Omniwheel o ElectronWheel son algunas de las que han desarrollado este tipo de producto. Solo hay que colocar una de estas ruedas en cualquier bici , aunque primero hay que asegurarse de que el modelo que tenemos es compatible con las medidas que trabaja la empresa.
A partir de ahí la rueda ofrece asistencia al pedaleo, con varios niveles de propulsión eléctrica. Las características varían entre los distintos productos en el mercado, pero una medida estándar es un rango de unos 50 kilómetros. Mientras que la velocidad máxima que puedes alcanzar al convertir tu bici en eléctrica alcanza los 25 kilómetros (en Europa).
La rueda consta de una batería –que se carga en una hora y media o dos horas– y un motor eléctrico. Son las partes básicas. Pero también tiene sensores, para detectar pendientes, y conectividad bluetooth, para comunicarse con una aplicación móvil. Y es que desde un smartphone se puede saber cuánta batería queda o la velocidad a la que vas.
El precio de estas ruedas puede estar entre 700 y 1.000 dólares. Pero se espera que en los próximos años baje aún más de lo que lo ha hecho recientemente.
Imágenes: Pexels, Electron Wheel