El reciente hallazgo de una supertierra potencialmente habitable es un avance más dentro de un campo fascinante: la búsqueda de exoplanetas. ¿Lograremos algún día encontrar vida extraterrestre?
En el año 1992, coincidiendo con la organización de los Juegos Olímpicos de Barcelona, la Expo de Sevilla o el primer viaje comercial en AVE, dos científicos del Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, realizaron un descubrimiento que cambiaría para siempre el mundo de la astronomía. Su trabajo, publicado en la revista Nature, suponía el hallazgo del primer mundo fuera del sistema solar, un exoplaneta. Comenzaba así una intensa carrera para caracterizar y describir planetas desconocidos en los que buscar vida extraterrestre.
Veinticinco años después, los investigadores aún no han encontrado seres vivos fuera del planeta Tierra; sin embargo, la detección y observación de exoplanetas continúa. Hace solo unos meses, el equipo del astrónomo español Guillem Anglada-Escudé, en la Universidad Queen Mary de Londres, logró describir Proxima b, el mundo potencialmente habitable más cercano a la Tierra. El exoplaneta, que orbita a la estrella Proxima Centauri, se sitúa a solo 4,5 años luz de nosotros.
Anglada-Escudé acaba de ser reconocido por la revista Time como una de las cien personas más influyentes de 2017. El astrofísico catalán, que ya fue nombrado por Nature como uno de los diez científicos más importantes del año pasado, ha sido elegido junto a Michaël Gillon y Natalie Batalha. Ambos investigadores también trabajan en la búsqueda de exoplanetas: mientas Gillon es el jefe del grupo que descubrió el sistema planetario de Trappist-1, Batalha es la directora del telescopio espacial Kepler, que ha catalogado más de 4.700 mundos fuera del sistema solar desde 2009.
«Los seres humanos se han preguntado durante mucho tiempo si estaban solos en el universo. Ahora estamos más cerca que nunca de encontrar una respuesta. Eso es gracias a los astrónomos que buscan exoplanetas orbitando a otras estrellas que podrían albergar vida», explica Alan Stern en la revista Time, para justificar la selección de Anglada-Escudé, Gillon y Batalha. Los tres expertos, junto al genetista George M. Church, son los únicos investigadores que aparecen en la lista Time 100. La revista también incluye entre las personas más influyentes a políticos como Donald Trump y Theresa May, artistas como Ed Sheeran y Alicia Keys o empresarios como Jeff Bezos y Evan Spiegel. En el pasado, la publicación también había elegido a otros españoles como el chef José Andrés y el youtuber El Rubius.
No hay duda de que la búsqueda de exoplanetas está de moda. Proxima b y el sistema de planetas que orbitan a Trappist-1 son, a día de hoy, los mejores candidatos para caracterizar mundos fuera del sistema solar. Hace solo unos días, los científicos encontraron una supertierra potencialmente habitable que amplía un poco más los estudios sobre exoplanetas y la búsqueda de vida extraterrestre más allá del sistema solar. Situada a 39 años luz de la Tierra, LHS 1140b es, en palabras de Jason Dittmann, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian de Estados Unidos, «el exoplaneta más emocionante que ha visto en la última década». Su hallazgo fue publicado en la revista Nature, donde detallaron las características de un exoplaneta que podría tener al menos 5.000 millones de años e incluso haber podido conservar su atmósfera.
Este mundo, que orbita a la estrella LHS 1140, es mucho más masivo que la Tierra. Pese a que cuenta con un radio solo 1,4 veces más grande que el de nuestro planeta, los científicos creen que tiene una masa seis veces mayor. «Es el objetivo perfecto para llevar a cabo una de las misiones más grandes de la ciencia: buscar evidencias de vida más allá de la Tierra», defiende Dittmann. Otros expertos, como el propio Guillen Anglada-Escudé, sostienen que es un buen candidato y destacan la determinación de su masa y tamaño, a diferencia de otros exoplanetas estudiados hasta ahora. El hallazgo de este nuevo mundo es un paso importante, pero los investigadores creen que próximamente seremos capaces de detectar muchos más mundos en estrellas lejanas. Los retos que se abren ahora son poder enviar misiones para explorar estos exoplanetas, por un lado y, por otro, tratar de encontrar vida extraterrestre algún día.
Imágenes | NASA Ames/SETI Institute/JPL-Caltech