Soli es un chip compuesto por un radar de onda milimétrico que es capaz de detectar los gestos que realizamos con las manos de manera precisa. Esta tecnología puede emplearse para el control de dispositivos móviles, ordenadores o incluso electrodomésticos de nuestras casas.
El gran potencial de Soli, el sensor capaz de leer gestos, puede estar en la posibilidad de su integración en sistemas de realidad virtual o aumentada para que los usuarios no necesiten de dispositivos extra en el uso de controles y puedan interactuar de una manera natural e intuitiva. Este radar también se caracteriza por sus pequeñas dimensiones, por lo que hace relativamente fácil su integración en dispositivos de menor medida como pueden ser los smartwatch.
Aplicación a videojuegos
Soli nace de la colaboración entre Google y la empresa de desarrollo tecnológico Infineon, que, recientemente, durante la Conferencia de Desarrolladores de Vídeojuegos (GDC), aprovecharon para anunciar que la tecnología será comercializada a finales de este mismo año. En el evento mostraron cómo funciona el microchip aplicado al control de videojuegos. A través de una demo pudo apreciarse cómo mediante sencillos gestos con las manos es posible desplazarse dentro del vídeojuego y realizar distintas acciones. Cuanto más rápido se agitaban los dedos, más rápido se desplazaba, o incluso, simplemente levantando la mano, nuestro avatar saltaba dentro de la realidad virtual.
Pero este chip no solo tiene una clara aplicación en videojuegos, tal y como declaraba recientemente el líder del proyecto técnico de Google ATAP, Aaron Cammarata. De hecho, un grupo de la universidad de St. Andrews de Reino Unido se apoya también en esta tecnología para reconocer materiales como cobre o plástico, entre otros.
La clave está en las ondas
Esta tecnología es altamente fiable y ofrece una respuesta prácticamente inmediata, ya que se sirve de ondas milimétricas. El artefacto emite la onda, recoge y mapea la información generada sobre el tiempo, la energía y los cambios de posición y frecuencia que se dan enfrente de él. Además, en comparación con los sensores ópticos, a SOLI no le afectan los cambios de luz y funciona a través de objetos de plástico. El radar funciona con una frecuencia de 60 GHz utilizando sensores de Modulación de Frecuencia de Onda Continua y cuenta con diversas antenas en su interior.
El radar Soli promete cambiar nuestra manera de manipular los gadgets pero, eso sí, el intento por controlar nuestros dispositivos no es algo novedoso. Podemos recordar distintos proyectos que se llevaron a cabo con anterioridad pero que no cuajaron, como el control de televisión Raspberry Pi y el control de gestos ARM. En este sentido, Google ha avanzado que podremos disfrutar de esta tecnología a finales de este año.
